Fernando Botero, de pobre a billonario
Felipe Grimberg, el hombre que ha vendido más de 400 obras de Botero, habla de la fortuna del gran maestro.
Fernando Botero, de pobre a billonario
El maestro Fernando Botero, cuyas honras fúnebres empezarán hoy en Bogotá, construyó una enorme fortuna gracias a su talento, a su disciplina en la producción de su obra y a su conocimiento del mercado del arte.
Cualquier cálculo sobre el legado económico de Botero es especulativo. Algunos hablan de 82 millones de dólares, una cifra excesivamente modesta si se tiene en cuenta que las ventas anuales de sus obras sobrepasaban los 30 millones de dólares, y otros sitúan ese patrimonio en los mil millones de dólares, un número que puede resultar exagerado.
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Fernando Botero no siempre fue rico. En los años 60 llegó a Nueva York con 200 dólares en el bolsillo y el empeño de sacar adelante una obra figurativa cuando el círculo de los entendidos solo quería saber de arte abstracto. La crítica lo ignoró y en ocasiones despreció su trabajo.
Era tan pobre que el primer mueble que tuvo en su estudio fue una silla que recogió de la basura y que lo acompañó después cuando ya había alcanzado el reconocimiento mundial.
Su exesposa Gloria Zea también estaba en Nueva York con sus tres hijos Fernando, Lina y Juan Carlos. Ella se había casado con el próspero empresario Andrés Uribe Campuzano y vivían una vida de comodidad en la gran manzana.
Los tres niños iban el fin de semana a visitar a su papá artista y pasaban del esplendor a la estrechez pero también a la diversión.
Fernando Botero jamás dejó que notaran su pobreza y remplazó con imaginación las carencias económicas.
Los convenció de que los árboles del Central Park albergaban una tribu de caníbales con especial predilección por la carne de niño. Los llevaba de noche a recorrer las tumbas de un tenebroso cementerio donde les ponía el reto de clavar una puntilla en la tierra del sepulcro más alejado y oscuro.
En la noche, cuando era la hora de comer, destapaba una lata de sopa de tomate y la mezclaba con ojos de vidrio que conseguía una tienda de prótesis oculares para persuadirlos de que estaban comiendo sopa de ojos.
Nunca dejó de divertirlos y de abrirles un mundo pleno de creatividad.
Cuando llegó el reconocimiento y la fortuna, Fernando Botero fue también generoso con ellos y con Colombia.
Donó cientos de sus obras, algunas de las cuales recompró para regalarlas a Medellín y a Bogotá, y toda su colección privada que incluía cuadros de Picasso, Monet y Chagall, entre muchos artistas.
En el año 2000 cuando efectuó la donación de 300 obras el valor se estimó en 250 millones de dólares. Hoy, 23 años después, el valor comercial se ha multiplicado por 4.
Felipe Grimberg, el hombre que ha vendido más de 400 obras de Botero, habló en El Reporte Coronell sobre la fortuna del gran maestro.
De acuerdo con Grimberg, vendió una obra de un picnic del año 1969 por tres millones de dólares. “El coleccionista que la compró la había visto en libros y yo conocía al dueño que la tenía por casi 50 años, me le acerqué, me dijo que la vendía e hicimos el negocio”.
Además, mencionó que, para él, Fernando Botero fue el artista vivo que más produjo dinero en la vida porque “ha habido otros artistas vivos todavía que se han vendido obras de ellos en subastas por 70, 80 0 100 millones de dólares recientemente y esas obras vienen de coleccionistas privados, pero no vienen de ellos, es decir, la riqueza la ha hecho el coleccionista que compró la obra hace 20 o 50 años”.
¿En cuánto se puede calcular la fortuna de Fernando Botero?
Sobre este punto, Grimberg explicó que el maestro no se preocupaba por el dinero, “él también había dicho que podía vender 30 0 40 millones de dólares al año y eso era todo para él. Si ese dinero entró, así como él lo dijo, pueden ser 800 millones de dólares”.
Por último, detalló que la última obra que le compró al maestro Botero fue mayo de 2022 y es la portada de un libro que sacó una editorial francesa. “Después de que adquirí la obra invité a una amiga y le dije que quería invitarla a ser socia de esta obra, ella estaba muy contenta y ahora estamos en sociedad, en algún momento pensamos venderla al mejor postor del momento”.
Escuche la entrevista completa a continuación:
Entrevista Felipe Grimberg