“Queríamos dar testimonio de lo que sufríamos”: víctima de maltrato laboral en Ibagué
Mario Carrillo aseguró que trabajar con Diego Charry “es permanecer en un ambiente hostil, coaccionando la libertad de los trabajadores”.
Después de que en redes sociales se conociera un presunto hecho de maltrato laboral contra trabajadores de una reconocida empresa en Ibagué, Tolima, llamada Casta Agroindustrial, Sigue La W conversó con Mario Carrillo, uno de los denunciantes.
Es preciso recordar que en la grabación, que al parecer fue captada por uno de los trabajadores, se ve cómo uno hombre, que posteriormente fue identificado como Gustavo Adolfo Charry Parra, insulta y humilla a un grupo de empleados con palabras de grueso calibre mientras les exige que se “formen”.
Más adelante, se ve cómo otro individuo, que fue identificado como Diego Fernando Charry Parra –y quien sería hermano del primero–, pregunta qué sucedió. Una de las trabajadoras intenta rechazar el maltrato al advertir que no permitirá que los traten así a ella y a sus compañeros, por lo que exige respeto a sus superiores.
Al respecto, Carrillo aseguró que trabajar con Diego Charry “es permanecer en un ambiente hostil, coaccionando la libertad de los trabajadores”.
Sobre el episodio del video, que habría sido grabado el pasado sábado 16 de septiembre, Carrillo reveló: “Lo que sucedió el sábado fue la gota que rebosó la copa, dentro de la empresa no tolerábamos más maltrato. Mediante la filmación, queríamos dar testimonio de lo que sufríamos internamente”.
Además, sobre quiénes son los agresores que aparecen en el video, Carrillo agregó: “Diego Fernando Charry Parra (la persona del video) es el representante legal suplente de la empresa (...) estaba en un estado de alteración, con la cara demacrada, descalzo, diciendo incoherencias y actuando de manera irracional”.
De esta manera, Carrillo explicó que la persona con la cual tienen vínculo directo es con Gustavo Adolfo Charry Parra, representante legal principal de la empresa y quien sale al final del video maltratando a la contadora de la empresa con palabras de grueso calibre.
“Una situación como la del sábado nunca había sucedido, pero sí vivimos expuestos a un ambiente hostil, de represión. No se nos brindan las garantías laborales normales”, añadió, asegurando que, por temor a represalias, no se interponía la denuncia.
Por eso, indicó: “En el estado en que él se encontraba, irascible, incoherente e irracional, el grupo de empleados tratamos de seguirle la corriente para evitar que fuera a exaltarse más”.
Frente a qué acciones planean adoptar ante este hecho, Carrillo reveló: “Según una asesoría que nos brindó la oficina de trabajo, lo más recomendable es que se inicie una denuncia de tipo laboral. Ellos de todas formas están actuando de oficio (...) hay un aspecto hasta penal que se tiene que contemplar”.
Finalmente, sobre qué han dicho los empresarios, Carrillo aseguró que, aunque Gustavo Charry sí ha ido a la oficina tras, “no nos habla ni pone el tema sobre la mesa”.