Fedecafeteros pide ayuda al Gobierno para vender edificios de Tokio y Nueva York

Sigue La W conoció los detalles de una carta, firmada por Germán Bahamón en nombre de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) que él gerencia y dirigida al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, cuyo asunto es la titularidad de los inmuebles de Nueva York y Tokio de propiedad del Fondo Nacional del Café, administrado por la FNC.

Esta carta, firmada el 8 de septiembre, se conoce días después de que el gerente Bahamón revelara que “la austeridad se volverá cultura” en la Federación, cuyo propósito es eliminar gastos superfluos de las oficinas de Bogotá y sus empresas, así como la eliminación de siete cargos directivos en la organización y la reacomodación de cargos administrativos que, en adelante, operarán para toda la Federación y se centrarán en metas específicas para favorecer la venta de café a los mejores precios en el exterior.

Ahora, en el documento en mención, la FNC hace referencia a dos inmuebles: uno de ellos ubicado en la dirección 140 East 57th Street de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, y el otro ubicado en 3-10-54, Kamiosaki, Shinagawa-ku, de la ciudad de Tokio, Japón.

Según la carta de Bahamón, el inmueble ubicado en Nueva York es una estructura de cinco pisos, con un área total de 17.997 pies cuadrados (1.671 metros cuadrados) y fue adquirido en julio de 1965, mientras que el inmueble en Tokio es una oficina de 283.30 metros cuadrados y fue adquirido en 1984.

El problema es que, a pesar de que ambos edificios se compraron con dinero del Fondo Nacional del Café, no están a su nombre.

Dicho esto, agrega la carta, “Sin perjuicio de ello, por circunstancias históricas conocidas y sobre las que podríamos profundizar con los equipos que se designen, los inmuebles en cita se encuentran registrados en cada una de sus ciudades y/o países a nombre de la República de Colombia”.

En ese sentido, dice la FNC que es necesario resaltar que “los funcionarios que ejercían la representación de la FEDERACIÓN y operación comercial en los países en misión, contaban con estatus diplomático. Es más, hoy, normativamente, existen vestigios de ello. Históricamente, y por la importancia que ha tenido y tiene el café de Colombia ante el mundo, la labor diplomática del país se hacía en conjunto con la FEDERACIÓN. De allí que en su momento se hubiera pensado en tener un inmueble en la ciudad de Nueva York donde tuviera sede la Misión de Colombia ante la ONU, y en la ciudad de Tokio donde tuviera domicilio la Embajada de Colombia ante Japón”.

Por eso, y en concordancia “con los asientos contables, la realidad material y los requerimientos que desde el 2005 ha efectuado la Contraloría General de la Nación en relación con la titularidad de los inmuebles de Nueva York y Tokio”, la Federación, en conjunto con la Cancillería, “ha venido avanzando en el desarrollo de diferentes gestiones dirigidas a que la titularidad del derecho de propiedad sobre los referidos inmuebles se registren a nombre del FONDO NACIONAL DEL CAFÉ, administrado por la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia”.

Sin embargo, advierte, estas actividades “han tomado más tiempo de lo estimado”.

La FNC señala que, según lo informado por la Cancillería en una reunión sostenida el 21 de marzo de 2023, “decidieron reservar unos recursos, provenientes del Presupuesto General de la Nación, a fin de realizar, conjuntamente con la FEDERACIÓN y mediante las misiones diplomáticas de Nueva York y Tokio, los trámites tendientes a la transferencia de la titularidad, la aclaración de los títulos y/o la segregación jurídica, según debidamente corresponda en cada caso. Eso sí, con el importante acompañamiento diplomático que ello amerita”.

“Siendo así, en consonancia con la búsqueda de nuevos modelos de gestión del Café de Colombia en el exterior, consideramos que el Fondo debería enajenar estos inmuebles para lo cual agradezco sus muy importantes oficios en el sentido de acompañar, frente a la Cancillería, los esfuerzos de la FEDERACIÓN para realizar todas las gestiones tendientes a establecer la titularidad de los inmuebles de Nueva York y Tokio en nombre del FONDO NACIONAL DEL CAFÉ, administrado por la FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE COLOMBIA”, sostiene la carta.

De este modo, para la Federación resulta sumamente importante ese paso, “a sabiendas de que los recursos allí invertidos, previo análisis y aprobación del Comité Nacional de Cafeteros, del que usted es miembro, pueden destinarse de manera más eficiente y efectiva a los bienes públicos de los caficultores en Colombia. Eso sí, sin dejar de lado la presencia de la FEDERACIÓN en los mercados de Norteamérica y Japón, que representan los primeros renglones de destino del café colombiano, para lo cual deberá igualmente generarse la respectiva estrategia”.