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EE.UU. mantiene certificación a Colombia en la lucha antidrogas

La decisión, además de clave para los recursos que son destinados a Colombia, significa un claro respaldo a la relación entre los dos países.

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Este viernes 15 de septiembre se conoció la decisión de Estados Unidos de certificar a Colombia en materia de lucha antidrogas.

Se trata de uno los pasos más claros de respaldo a Colombia. Es un tema clave para el desembolso de los recursos que cada año aprueba Estados Unidos para el país y que el ministro de Justicia, Néstor Osuna, confirmó en Washington D.C. que tenía una preaprobación por parte del senado de EE.UU.

En este caso, la certificación requerida emana de la ley que aprueba el legislativo anualmente y donde se incluyen algunas condiciones que Colombia debe cumplir para, precisamente, recibir recursos por parte de Estados Unidos.

Sin embargo, la decisión mantiene una preocupación por el tráfico ilícito y el hecho de que los cultivos de coca se mantienen en niveles históricamente altos.

Cabe recordar que W Radio reveló, en primicia, el documento completo que contiene la nueva política de drogas del Gobierno Petro.

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El documento, de 80 páginas, menciona que “la Política Nacional de Drogas de Colombia (2023-2033) reconoce que, a pesar de los esfuerzos realizados por más de medio siglo de lucha contra las drogas, los resultados no han sido los esperados. La producción de drogas ilegales está en sus máximos históricos, la demanda mundial de viejas y nuevas sustancias psicoactivas se ha incrementado y las redes criminales continúan expandiendo sus ganancias”.

En la misma línea, se habla de que la Política de Drogas tendrá una estrategia desplegada desde dos vías que el Gobierno llama ‘Oxígeno’ y ‘Asfixia’

‘Oxígeno’

Según explican, esta vía va especializada para los territorios y población que “se han visto desproporcionalmente afectados por el mercado de drogas ilegales”.

Las tres prioridades de este pilar, según dice el documento, son:

  • Apoyar el tránsito integral hacia economías lícitas y la reducción de vulnerabilidades de los territorios y poblaciones (rurales y urbanas) que dependen y han sido afectadas por el mercado ilegal de las drogas”, transformando de esta manera las condiciones económicas de esta misma población.
  • Implementar medidas de manejo ambiental y acción climática” con el fin de, dice el documento, “conservación y restauración de las zonas que, directa e indirectamente, han sido afectadas por la economía de las drogas ilícitas”.
  • Finalmente, como última prioridad se encuentra “abordar el consumo de sustancias psicoactivas desde un enfoque de salud pública y de derechos”.

‘Asfixia’

Por otro lado, esta segunda vía va ligada al espectro criminal en “donde los esfuerzos militares, policiales y punitivos se concentrarán los nodos estratégicos del sistema criminal, que son quienes generan violencia y se lucran en mayor proporción de esta economía ilícita.