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Crónica W: 50 años después del golpe de Estado en Chile

Salvador Allende, el primer presidente marxista elegido democráticamente a nivel mundial, se suicidó un día como hoy en 1973 tras el golpe de Estado que llevó a Augusto Pinochet a una dictadura de 17 años.

Crónica W: 50 años después del golpe de Estado de Chile

Un 11 de septiembre de 1973, hace exactamente 50 años, el gobierno del entonces presidente de Chile, Salvador Allende, fue derrocado por un golpe de Estado.

Una acción militar quebró la democracia chilena y le dio paso a 17 años de una dictadura liderada por Augusto Pinochet Ugarte, 3.200 personas ejecutadas o desaparecidas de manera forzada, de las cuales más de 1.400 siguen sin aparecer.

Un 3 de noviembre de 1970, Salvador Allende se convirtió en el primer presidente marxista en ser elegido democráticamente a nivel mundial. Sin embargo, a lo largo de su presidencia la polarización política y social aumentó, hecho que se ve reflejado en las protestas callejeras durante los mil días de la Unidad Popular, la coalición política y electoral chilena de partidos políticos de izquierda que llevó a Allende al poder.

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A los tres años de gobierno, la oposición aprobó un texto que señalaba la existencia de un grave quebrantamiento del Orden Constitucional y legal del país, supuestamente perpetrado por Allende.

El ambiente se fue dando poco a poco para una intervención militar, toda vez que, dentro del contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos quería evitar a toda costa un gobierno marxista democráticamente elegido en el continente, mientras que Rusia quería consolidarlo. El mismo presidente Richard Nixon ordenó en su momento evitar que Allende llegara al poder. De hecho, después de que Allende ganara las elecciones, el secretario de Estado de Nixon, Henry Kissinger, sostuvo una serie de conversaciones telefónicas urgentes sobre “cómo hacer” el golpe de Estado en Chile. “No permitiremos que Chile se vaya por el desagüe”, le dijo Kissinger en una de esas llamadas al director de la CIA, Richard Helms, quien le respondió “estoy contigo”, comprobando la intervención directa que tuvo Estados Unidos en los fatídicos hechos de hace 50 años.

A las seis de la mañana del 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas de Chile, conformadas por la Armada, la Fuerza Aérea, Cuerpo de Carabineros y el Ejército, tomaron los principales centros productivos del país, así como las ciudades de Valparaíso, Concepción y Santiago de Chile, la capital. En apenas seis horas, la acción militar controló todo el país.

Horas después, en el Palacio de La Moneda, la sede del gobierno chileno, Salvador Allende pronunció sus últimas palabras públicas a través de Radio Magallanes, un discurso que marcó al mundo entero: “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”.

El Ejército le exigió la renuncia al mandatario marxista, pero este dijo que moría en el poder. Y así fue: aproximadamente a las dos de la tarde, Salvador Allende se suicidó. Por muchos años, se creyó que el expresidente había muerto en un enfrentamiento contra los militares; sin embargo, un fallo de la Corte Suprema chilena confirmó que el primer presidente socialista en llegar al poder por vías democráticas había terminado con su propia vida.

Junto a los militares, el mismo 11 de septiembre hubo grandes paros a lo largo y ancho del país por parte de camioneros, sindicatos profesionales y manifestaciones populares.

A las seis de la tarde, la junta militar toma el poder político, estableciendo un gobierno autoritario. Dicha Junta decreta la clausura el Congreso, el receso a los partidos políticos e instaura el Estado de Sitio en todo el país.

La dictadura de Pinochet violó sistemáticamente los derechos humanos. Aún hay 1.469 víctimas de desaparición forzada.

50 años después de un golpe que quebró la democracia de Chile, que dejó miles de víctimas y exiliados, la política y sociedad chilenas no consiguen unirse para condenar la intervención militar. Los primeros debaten acaloradamente sobre este tema y reinstalan posturas irreconciliables sobre el golpe, como la lectura del texto que señalaba el quebrantamiento del Orden Constitucional por parte de la actual derecha; mientras que la ciudadanía mira con indiferencia la conmemoración de medio siglo de un golpe que hasta el día de hoy deja heridas abiertas.

Agradecimientos:

  • Esta crónica fue realizada con la ayuda de Claudio Barrientos, director del Observatorio de Historia Reciente de Chile y América Latina de la Universidad Diego Portales; Francisco Sánchez, magíster en historia chilena; Marcelo Suárez, periodista de Radio ADN Chile. La edición estuvo a cargo de Fredy Laverde. La voz es de Carlos Contreras, periodista de La W.

Escuche la crónica completa a continuación:

Crónica W: 50 años después del golpe de Estado de Chile