Al Oído: El kindergarden del Pacto Histórico en el Congreso

Arranquemos porque finalmente se posesionó Laura Sarabia como la nueva directora del Departamento de Prosperidad Social, una entidad con 9 billones anuales de presupuesto. Luego de un escándalo en el que se creía que salía por la puerta de atrás, Sarabia jamás perdió la confianza y mucho menos el apoyo del presidente.

Cumple los requisitos y que sea joven no impide que maneje esta cartera; sin embargo, volvemos a revisar la ética y el ruido innecesario para el Gobierno que esto genera. La pregunta se las dejó a ustedes, ¿cuál es el respeto por lo público?, ¿acaso amarrados a cargos del Gobierno deben enfrentar investigaciones nuestros funcionarios?

Pasemos ahora a un jardín llamado Congreso y digo jardín porque es increíble cómo han generado un matoneo a tres representantes: Katherine Miranda, Carolina Arbeláez y Julia Miranda, quien además en el día de ayer fue atendida por el estrés que le causó el hostigamiento que recibió.

Representantes que hoy las culpan de jugaditas cuando actuaron de frente pero que además ahora pareciera que les tocara estar como profesoras de jardín, pendientes de que los congresistas del Pacto estén atentos a lo que deben, que conozcan y estudien la Ley Quinta y que por lo menos para defender sus ideas estén atentos.

¿Cuál es la jugadita en pedir una subcomisión para tratar de generar consensos? ¿No es acaso lo que siempre se hace? ¿Qué es lo malo en eso? Representantes del Pacto, si no están pendientes de lo importante, ¿de quién es la culpa? ¿cuál es el Pacto Nacional entonces del que tanto hablan?

Discúlpenme, pero el Pacto Histórico tiene 25 representantes a la Cámara, había quórum para decidir, presentaron una proposición como es común en plenarias. Nadie votó en contra. ¿Y la culpa es de quienes en democracia presentan la proposición? ¿La culpa es de tres de las mejores congresistas que hay? ¡Revísense!

Pero, además, qué me dicen de lo normalizado que tenemos el machismo. En política cuando en un recinto se ven los hombres unidos haciendo proposiciones conjuntas y debatiendo se dice que son muy buenos políticos, están haciendo algo que sume y fortalezca, pero claro, cuando son tres mujeres congresistas ahí si están buscando distraer y están haciendo jugaditas.

Pobre el representante Racero, es la víctima de estas macabras congresistas que hoy buscan hostigar en redes por hacer su labor. Lo que nos faltaba ver.

Así cerramos Al Oído del jardín del Congreso, donde los niños del Pacto necesitan una profe que les diga que no se pueden distraer, que estudien y que asuman.