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Se agrava crisis migratoria en la frontera con Panamá

Melitón Arrocha, exvicecanciller de Panamá y exrepresentante de ese país ante la ONU habló en Sigue La W sobre esta coyuntura migratoria.

Selva del Darién caminata imagen de referencia. Foto: Jorge Calle/Anadolu Agency via Getty Images / Anadolu Agency

En lo que va de 2023, 331.213 migrantes irregulares han cruzado la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, una cifra que evidencia el imparable y desbordado flujo migratorio a pesar de las advertencias sobre los peligros de este tránsito, según datos de las autoridades panameñas.

En agosto pasaron esa jungla 79.455 transeúntes, un número inédito para un solo mes, de los cuales 61.297 son adultos y 18.184 menores, según estadísticas del Servicio Nacional de Migración y Ministerio de Seguridad Pública de Panamá.

Hasta el 31 del mes pasado, la mayoría de los que cruzaron el parque nacional panameño siguen siendo venezolanos (199.363), seguidos de los ecuatorianos (43.296), haitianos (35.658), colombianos (11.004), indios (3.476), cubanos (694) y dominicanos (462).

Por esta razón, Melitón Arrocha, exvicecanciller de Panamá y exrepresentante de ese país ante la ONU habló en Sigue La W sobre esta coyuntura migratoria.

Arrocha inició su intervención explicando que “por allá en 2016 Panamá había declarado crisis migratoria cuando solo transitaban 25.000 personas por ese paso fronterizo”.

Y en la misma línea, que “los riesgos de seguridad nacional que representa ese paso migratorio descontrolado y desordenado no solo es un reto para Panamá y el camino de los migrantes hacia el norte, sino que le pondrá un enorme peso a los demás países de Centroamérica”.

Por otro lado, aprovechó la entrevista para enviar un mensaje a Gustavo Petro, presidente de Colombia.

“Aprovecho para hacerle un llamado al presiente Petro: permitir que el crimen organizado esté administrando el flujo irregular de migrantes no es ninguna otra cosa que, de manera pasiva, permitir la violación de derechos humanos de las personas que emprenden esta muy compleja travesía”, enfatizó.

Al tiempo, añadió que “hay que poner en la balanza cuáles son las situaciones más críticas: impedir el paso de los migrantes, o por el contrario, someter a muchos de ellos a que fallezcan en el tránsito. Cómo uno les explica que no se les violaron los derechos humanos cuando el crimen organizado violó muchachos y muchachas que iban transitando y cuando son extorsionados”.

Puntualizando que “la responsabilidad inmediata para Panamá es de dónde vienen los migrantes y vienen de Colombia”, dijo.

Ejemplificando con la coyuntura fronteriza de Colombia con Venezuela.

“En algún momento Colombia le cerró la frontera a Venezuela y eso efectivamente tuvo un impacto muy importante en el flujo de migrantes”, contó.

Añadiendo que: “la posición de Panamá es que las autoridades colombianas, desde mi perspectiva, y ojo que no formo parte del Gobierno (panameño), no puede darle la espalda a la situación en donde en tendemos que el crimen organizado esta poniendo orden”.

Y que por lo anterior “es importante asumir la responsabilidad histórica del caso”.

Dijo además que “ninguno de los dos países puede prestarse para que, de manera pasiva, se permita que se le violen los derechos humanos a las miles de personas que transitan por el Darién”.

Finalmente, expresó que “cada país está en libertad de formular su políticas migratorias, es uno de los derechos de autodeterminación y no estoy acá para darle clases a Colombia u otro país de política migratoria, lo que formulo es que, no hacer nada en estos instantes con miles de personas que transitan por esa ruta, es una violación a los derechos humanos de esas personas”, concluyó.

Todos los detalles a continuación: