¿Por qué es tan famosa La Mona Lisa de Leonardo da Vinci? La razón es increíble
En la noche del 22 de agosto ocurrió un evento inesperado en las instalaciones del Museo de Louvre que cambió la historia de una de las pinturas más reconocidas del artista Leonardo Da Vinci.
Hombre con camisa de la pintura de Mona Lisa con tapabocas y guantes (Getty Images) / NICOLAS TUCAT
En el museo Louvre reside una de las obras más aclamadas del mundo: la Giaconda, o también conocida como la Mona Lisa. Esta pintura de Leonardo Da Vinci encarna varios enigmas que han llamado la atención de millones de personas por todo el mundo.
A pesar del tiempo, este retrato se ha convertido en un fenómeno mundial que, cada año, convoca a millones de turistas que llegan a visitarla en el museo de París, en Francia. Sin embargo, varios se preguntan cuál es el verdadero atractivo de esta obra, pues aunque algunos expertos del arte afirman que es una gran pintura, también se cree que la fama que consiguió no se debe exactamente a su técnica y valor artístico.
La Gioconda, una pintura llena de misterios
Esta pintura, enmarcada en lienzo de madera de álamo, fue realizada entre 1503 y 1519. Se trató de un retrato icónico que llevó varios misterios sobre su musa y las expresiones de ella. Aunque muchos supusieron que se trataba de una amante del pintor, más tarde se señaló que se trataba de Lisa Gherardini, quien adopto el nombre de ‘Giaconda’ cuando se casó.
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El drama detrás de la identidad de la mujer causó tanto revuelo entre historiadores y artistas, que dedicaron parte de su carrera en buscar los restos de la difunta Gherardini para confirmar el mito. Se han abierto criptas y se han hecho exámenes biológicos para encontrar más información del origen de la inspiración de Da Vinci.
Además, la historia de este hombre ha sido toda una travesía que se sigue estudiando por todas las grandes historias y revelaciones que tuvo este hombre. Desde sus aportes a la biología, medicina, ingeniería y, claramente, al arte también. Sin embargo, a pesar de que estos hechos han sido cautivadores para un gran público, no fueron los que convirtieron a la Mona Lisa en un fenómeno del arte mundial como lo es hoy.
¿Por qué es famosa esta pintura?
La fama de esta pintura es uno de los grandes enigmas de esta obra. Aunque mucho reconocen que se trata de un retrato pionero, por su técnica y trazo, los expertos afirman que su principal razón de reconocimiento proviene de los eventos externos que crearon toda una superstición alrededor de este cuadro.
Además de los aspectos más puntuales de la obra, La Mona Lisa colecciona grandes anécdotas que, para los fanáticos del arte, la hacen más atractivos y curiosa. Después de la muerte de Leonardo, la pintura estuvo varios años en el palacio francés. Luego, estuvo una larga temporada en el dormitorio de Napoleón, convirtiéndose en los pocos hombres que tuvieron el honor de dormir con esta pintura en su cuarto.
Hombre con camisa de la pintura de Mona Lisa con tapabocas y guantes (Getty Images) / Mike Kemp
En 1804, la Gioconda regresó a París, exactamente al museo de Louvre y, en este lugar, ocurrió el evento inesperado que le dio el verdadero golpe de fama a la obra de Da Vinci.
Durante una noche de 1911, un hombre decide robarse la pintura. Todas las miradas se dirigieron entonces a ese espacio vacío que dejó la obra luego de su robo un 22 de agosto. Por cerca de dos años, las autoridades francesas desconocieron completamente el paradero de la obra. Intentaron por todos los medios seguir el paso, incluso, ofreciendo una gran suma de dinero como forma de recompensa a quien diera información sobre el ladrón.
En medio de esta búsqueda, el famoso pintor español, Pablo Piccaso, y el poeta italiano Guillaume Apollinaire, fueron involucrados en el caso y hasta llamados a declarar, pues habían sido acusados de haber robado la pintura. Más tarde se comprobaría que no tenían nada que ver con los hechos.
La ausencia acrecentó su fama
El escándalo del robo fue tan retumbante en los medios, que el Museo se llenó de personas queriendo ver simplemente el espacio vacío de la obra. Era la primera vez que un delito por arte recibía la atención de la prensa internacional.
Este hecho generó cierto morbo entre los visitantes y entre los mismos parisinos que no podían creer que aquello hubiese sucedido. Fue tanta la atención que recibió, que hasta comenzaron a rondar imágenes con el título: “¿la has visto? ¡La Gioconda!”.
Hombre con camisa de la pintura de Mona Lisa con tapabocas y guantes (Getty Images) / NICOLAS TUCAT
Más tarde descubrirían que el culpable había sido Vicenzo Peruggia, un inmigrante italiano y entonces empleado del museo que aprovechó la ausencia de personal durante el cierre del museo para llevarse la obra. La razón que tuvo este hombre de robársela fue, según Peruggia, por patriotismo, pues para él la obra merecía estar en Italia, de donde provenía.
Lejos de ser gran ladrón de arte, como mucho pensaron, se trató de un trabajador que buscaba un poco de reivindicación. Para algunos historiadores, esto influyó en que la pena no fuese tan alta, pues terminó siendo condenado por solo unos meses de prisión.
El cuadro fue recuperado en 1913, con la captura de Peruggia. A pesar de que la Primera Guerra Mundial se robó toda la atención que estaba recibiendo la obra luego de su aparición, la historia de su desaparición por dos años quedó en la memoria de muchos en todo el mundo, convirtiéndose en una de las pinturas más reconocidas y famosa de todos los tiempos.
