El equipo creativo de este estudio de diseño está conformado por personas neurodiversas
Desde hace nueve años, La Casa de Carlota trabaja con un equipo de seis creativos con autismo y síndrome de Down. Sus habilidades se combinan con las de comunicadores y diseñadores para crear campañas para grandes marcas en el país.
“Para crecer más”. Esa es la razón por la que Sebastián Giraldo piensa que más empresas deberían apostarle a contar con personal neurodiverso entre sus equipos de trabajo. El joven de 29 años es, actualmente, uno de los creativos de La Casa de Carlota en Medellín, un estudio de diseño que está convencido, desde sus raíces, de que “la diversidad es la nueva creatividad”.
Como relata Nel Correa, co-fundador y director creativo de La Casa de Carlota en la capital antioqueña, el proyecto que surge en España luego de que una de sus colegas se enterara de que iba a dar a luz a una niña con síndrome de Down —que posteriormente bautizaría Carlota— no entiende el trabajo con población neurodiversa como caridad y mucho menos como un favor. Es una nueva forma de trabajar que entrega numerosas ventajas.
En sus palabras, las personas con autismo y síndrome de Down tienen formas distintas de aproximarse a los retos que se les presentan, de una manera creativa y sin miedo. Además, generan conexiones profundas con sus compañeros de trabajo a partir de la empatía y la generosidad. Todas, habilidades necesarias para los proyectos de diseño, ilustración y creación de productos y experiencias que adelanta el estudio.
Descubra más historias como la de La Casa de Carlota en nuestro especial El Poder de la Diversidad.