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Ya son tres los alcaldes desplazados en el Chocó

Sigue La W conversó sobre la crisis humanitaria en Sipí, Chocó, de donde la población está huyendo atemorizada por el enfrentamiento armado entre el ELN y Clan del Golfo.

Casquillos de bala. Foto: Getty Images.

Casquillos de bala. Foto: Getty Images. / ra-photos

Sigue La W conversó sobre la crisis humanitaria en Sipí, Chocó, de donde la población está huyendo atemorizada por el enfrentamiento armado entre el ELN y Clan del Golfo.

Además, en ese mismo departamento, miles de habitantes del Atrato esperan la finalización de la vía que conectaría Quibdó con la región. Sin embargo, a pesar de un préstamo de 7.652 millones de pesos, las obras quedaron estancadas con solo un 24% de avance.

Wilmer Rivas, alcalde de Sipí y uno de los mandatarios que se encuentran desplazados, aseguró en Sigue La W que la situación es preocupante para los habitantes de la región: “No ha sido fácil (...) queremos invitar al Gobierno Nacional a que nos incluya en un diálogo departamental y regional para que llegue la tranquilidad al territorio”.

En esa línea, agregó: “El paro armado se levantó, pero los actores armados siguen en el territorio y en cualquier momento volverá a haber enfrentamientos y desplazamientos”. Además, señaló que los desplazados no han podido salir de la cabecera municipal hacia la zona rural, ya que “no hay garantías para que la gente retorne”.

Sobre el abastecimiento en la región, Rivas añadió que en el momento hay incertidumbre, ya que “la gente siente temor de tomar sus embarcaciones y salir”. Sin embargo, también han recibido una respuesta satisfactoria de parte del Gobierno: “Del Gobierno hay total silencio. No hemos visto un respaldo hacia lo que realmente queremos”.

Por su parte, Edson Perea, alcalde de Río Iró, indicó: “No he podido regresar al municipio. Hace un mes me tocó salir porque en mi contra hay amenazas, un artefacto explosivo fue lanzado contra mi vivienda”.

“Siempre han estado las tropas del Ejército y la Policía, pero delincuentes son delincuentes y siguen presionándolo a uno(...) me he negado a entregar las sumas de dinero que ellos exigen y por eso atentan contra mi vida”, añadió.

Frente al abastecimiento, Perea reconoció que, por el momento, no han inconvenientes y la población de su municipio no carece de alimentos.

Además, se refirió a los diálogos con las autoridades en la zona: “Nos hemos estado reuniendo con frecuencia con el gobernador y la fuerza pública”.

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