Al Oído: Gobierno Petro, una cadena de errores de digitación

Una cadena de errores de digitación.

En Al Oído, píldora para la memoria para recordar esos momentos de ruido y salidas en falso que ha generado la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, desde su llegada al gabinete.

Arrancamos recordando cuando, a su llegada al cargo, canceló una rueda de prensa con periodistas de una manera soberbia. De igual modo fue su polémica propuesta de que “decrezcan” las grandes economías del mundo para beneficiar a los países en desarrollo como Colombia, o que el país se abastezca con gas de Venezuela.

Luego, sorprendió con la confusión de una billonaria cifra sobre el sector que tiene a cargo, lo que encendió las alarmas. Ni qué decir cuando el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, tuvo que desmentirla frente a la afirmación donde decía que ya no habrá más exploración ni explotación de hidrocarburos, otra afirmación que generó temor.

Sin duda, de lo más delicado que ha sucedido fue la renuncia de la viceministra Belizza Ruiz, quien se fue luego de denunciar que la ministra habría publicado un informe sobre las reservas de gas que tenía errores técnicos y alteraba la verdad.

Ahora, lo que tiene a la ministra Vélez en el ojo del huracán es una nueva perla, porque en este Gobierno sí que hay casos de nepotismo que, por supuesto, quienes antes tanto cuestionaban hoy guardan profundo silencio.

La incoherencia es que Sjoerd van Grootheest, esposo de la ministra Irene Vélez, recibió un millonario contrato con el Gobierno Petro. Aparte de lo ético y de ser más de lo mismo que criticaban, la indignación se dio porque en la declaración de bienes y conflictos de interés –publicada el pasado 22 de junio– Vélez modificó el formulario y aparecía que no tiene esposo.

La explicación de la ministra fue decir que “no había inconveniente” y que era un “error de digitación” que fue corregido.

Decir esto no es menor a una falta de respeto con lo público, además de subestimar a la ciudadanía. El cambio se quedó en una promesa bonita de la pasada campaña, pero en acciones son más de lo mismo: hacen lo que dijeron no harían. Es grotesca la forma en la que están llevando las riendas del Gobierno y es peor aún ver como las justifican.

¿Qué haremos con tantos cambios? En este Gobierno, a la víctima de secuestro la llaman “imprudente”. Al pago a delincuentes para que no maten le llaman “metáfora”. Al secuestro le llaman “cerco humanitario”. A falsear la información, cosa que puede constituir un delito, le llaman “error de digitación”.

Discúlpenme, pero error de digitación es el nombramiento de muchos, especialmente el de la ministra de Minas. Error de digitación es la cadena de errores de funcionarios de este Gobierno.

Hace exactamente un minuto dice el señor Felipe Tascón, director de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito –que es la dirección que contrata a Van Grootheest –, que para ellos “no es el esposo de nuestra MinMinas, para nosotros es un documentalista con un currículum envidiable. Bienvenido al equipo”.

Nos haría muy bien como país que el respeto y la ética pesaran más incluso de lo que nos dicen es legal.