La fundación que apoya a las madres emprendedoras que tienen hijos con discapacidad

La creadora de la Fundación Futuro de Colombia es Liliana Mejía, una mujer que logró rehabilitarse del consumo de sustancias psicoactivas y decidió, desde 2011, dedicar su vida al trabajo social enfocado en apoyar a mujeres cabeza de familias con niños con discapacidades en Guarne, Antioquia.

Uno de los programas que tiene la fundación se centra en brindar asistencia alimentaria a familias de bajos recursos en las que haya un miembro con discapacidad. En lo corrido de este año han entregado 1.800 mercados y, actualmente, tienen inscritas a 150 familias recibiendo las donaciones cada quince días.

Otro de los frentes de acción es el de apoyo a emprendimientos de madres cabeza de hogar. “Hacemos ferias de emprendimiento donde, si una madre hace arepas o coser crochet, la fundación gestiona ante el municipio los espacios donde puedan participar para que las personas muestren esos emprendimientos, y toda la ganancia es netamente para ellas”, explican desde la fundación.

Ampliar

En total, más de cuarenta mujeres han logrado mostrar sus productos. La idea, además de facilitarles un espacio para generar ingresos inmediatos, también es ayudarles a que desarrollen habilidades laborales.

Una de ellas es María Ema Sánchez, una mujer de 62 años, cabeza de familia, que tiene un emprendimiento de venta de arepas. “Uno de mis hijos me vino a avisar un día sobre la fundación, y como tengo otro hijo de 54 años con discapacidad física, me acerqué enseguida para recibir los mercados y llevarlo a que disfrutara de las salidas recreativas que organiza la fundación”, comenta María.

En total, la mujer ha participado en más de seis ferias de emprendimientos mostrando sus productos, principalmente arepas y verduras, y también los accesorios como manillas y aretes que su hija elabora a mano. Ambas, junto con las demás madres emprendedoras, suelen ubicarse en stands en parques y en la plaza de mercado local. Mientras las personas con discapacidad disfrutan de las jornadas lúdicas, ellas se sientan a esperar que los compradores se acerquen a sus puestos.

Por otro lado, entendiendo la necesidad de que la población con discapacidad que pertenece a estos hogares también pueda vincularse laboralmente, la fundación está construyendo un programa con el que buscan conseguirles empleo en empresas locales. Isabella Castaño, la trabajadora social que lo dirige, explica que se encuentran en la primera etapa, la de caracterización. Lo que están haciendo es armar la hoja de vida de los interesados y ayudarlos a descubrir sus habilidades y destrezas.

Luego vendrá, según menciona, la segunda etapa de relacionamiento con las empresas y, posteriormente, una fase de sensibilización con dichas compañías. Con esta última buscarán que las personas con discapacidad vinculadas reciban los mismos tratos que los demás empleados y se les garanticen sus derechos. Hasta el momento 11 personas están construyendo su currículum con el apoyo de la fundación.