No da satisfacción, es una obligación: Olivier Rafowicz sobre ataque israelí a Cisjordania
Olivier Rafowicz, coronel reservista y exportavoz del Ejército Israelí, habla en La W sobre el ataque sobre Cisjordania.
En la mañana de este 5 de julio, el Ejército israelí terminó de retirar sus tropas del campo de refugiados de Yenín, poniendo fin a la operación militar a gran escala –un hecho que no había ocurrido en dos décadas– en Cisjordania ocupada.
Este episodio, en el que Yenín quedó completamente devastado, ha dejado un saldo de 12 palestinos y un soldado israelí muertos.
Asedio de Israel a Cisjordania
- Por: Agencia EFE
La incursión en el campo de Yenín, histórico bastión del movimiento miliciano palestino, implicó efectivos terrestres y aviación por primera vez en casi dos décadas, lo que la convierte en la de mayor envergadura en Cisjordania ocupada desde la Segunda Intifada (2000-2005), centrada esta vez en desarticular a la Brigada de Yenín, que aglutina a las milicias de todas las facciones unidas desde el año pasado, incluidas Hamás y la Yihad Islámica.
En dos días, Israel ha detenido a más de 120 sospechosos, incautado numerosas armas y desmantelado decenas de centros de mando, almacenes de armas y fábricas de explosivos en el campo, que considera “el mayor foco de terrorismo en la zona”, donde se han planificado más de 50 ataques contra objetivos israelíes en el último año.
La operación se salda con la muerte de 12 palestinos de entre 17 y 23 años, casi todos milicianos pero también cuatro menores, y 120 heridos, según el Ministerio de Sanidad palestino; además de una baja en las filas israelíes, el sargento primero David Yehuda Yitzhak por un disparo durante la retirada que pudo ser “fuego amigo”.
Tras la retirada, no ha habido reacción de una debilitada y desprestigiada Autoridad Palestina -que gobierna en Yenín-, aunque Yaar indicó que la campaña militar israelí es “una oportunidad” para que esta entidad, liderada por el presidente palestino Mahmud Abás, recupere el control perdido en esa zona dominada por “grupos extremistas”.
Alrededor de 3.000 residentes del campo de Yenín que huyeron de los combates regresaron al lugar, que ha quedado de nuevo completamente devastado, con muchas casas destruidas, calles con el asfalto levantado, cristales por el suelo y restos de sangre y metralla; y todavía sin agua ni luz en algunas zonas.
El campamento alberga en medio kilómetro cuadrado a unos 20.000 palestinos -más de la mitad son menores de edad-, refugiados procedentes de territorios tomados por Israel en 1948, y fue el escenario del episodio más sangriento de la Segunda Intifada, cuando una incursión israelí en abril de 2002 acabó con la vida de 52 palestinos y 23 soldados israelíes en diez días de combates.
Cisjordania ocupada vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada y este 2023 ya han muerto 156 palestinos en el marco del conflicto palestino-israelí, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos 27 menores.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 26 muertos del lado israelí, la mayoría colonos, cinco de ellos menores, y un soldado.