“Nos aliamos con las Autodefensas, les decíamos los ‘primos’”: coronel Edie Pinzón

En la audiencia de reconocimiento convocada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por falsos positivos en Dabeiba, Antioquia, el coronel (r) Edie Pinzón Turcios, excomandante del Batallón Contraguerrillas 26 del Ejército, asumió sus nexos con grupos paramilitares, así como los de sus subalternos.

Incluso, admitió que los llamaban “los primos” y les decían incluso que (teniendo el Ejército cinco divisiones) eran la sexta división de la institución; se distribuían zonas para no combatir y hasta le pagaron un recibo cuando el batallón estaba sin “plata”.

“En qué consistía esa alianza: en el intercambio de información, de presencia del enemigo, hacer coordinaciones para evitar el combate con las Autodefensas (...) en una ocasión me pagaron el recibo de la línea telefónica que nos vimos colgados. La otra manera de referirnos a las Autodefensas decíamos que eran los primos”, admitió el coronel Pinzón.

Asimismo, señaló que hubo tráfico de armamento de depósitos del Ejército hacia las Autodefensas y admitió que se cometieron homicidios de personas vulnerables por mera estigmatización, como Edison Lezcano, donde él mismo aceptó que dio la orden de matarlo al verlo como un supuesto subversivo.

“Yo di la orden de ese asesinato, es una autorización, debí reportar una captura y así debió haber quedado, pero yo autoricé la sugerencia de mi subalterno Yair”, admitió el coronel.

Asimismo, aceptó que al romper distintos códigos de comunicación pudo conocer informaciones privadas por ejemplo de la supuesta colaboración de empresas de transporte como Gómez Hernández y Sotraurabá con las Farc. Según Pinzón Turcios eran de 30 a 40 millones de pesos mensuales los que esas compañías daban a la guerrilla.

“Eso no lo da ninguna empresa en ganancias, por eso nunca queman un bus de esas empresas”, sostuvo el coronel ante la JEP.

Por su parte uno de sus subalternos, el mayor Yair Leandro Rodríguez aceptó que dio la orden material de asesinar a Edison Lezcano, señalándolo falsamente de guerrillero y “pensando que iba a surgir haciendo una baja”.

“Destrocé una familia, dejé una esposa sin su esposo, dejé unas hijas sin su padre, dejé unos padres sin su hijo, impedí que un hombre trabajador continuara cultivando su tierra y haciendo de ella un mejor lugar” sentenció el mayor en retiro.

Finalmente admitió que brindó un falso testimonio en su momento tratando de encubrir los hechos, con el fin de solamente pensar en su ascenso profesional dentro de la institución castrense.