Las víctimas eran sacadas en volqueta y llevadas al cementerio: sargento Capera
Por su parte, el sargento Fidel Ochoa Blanco afirmó ante la JEP que fungía como el enlace entre los paramilitares y el coronel David Guzmán, excomandante del Batallón Contraguerrillas número 79.
Dentro del grupo de ocho militares que intervinieron en la audiencia de reconocimiento por falsos positivos en Dabeiba (Antioquia), dos de los testimonios más escalofriantes fueron los del sargento William Capera y el sargento Fidel Ochoa Blanco exintegrantes del Batallón Contraguerrillas 79.
Por su parte, el sargento Capera relató su vinculación con los asesinatos incluso aprendiendo medicina forense para poder realizar correctamente las manipulaciones de las escenas de los crímenes, y también al ser el militar que “destapó” los entierros clandestinos en el cementerio Las Mercedes.
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“Fui preparado para ocultar las identidades de los cuerpos de sus familiares. Sus familiares fueron traídos de Medellín, por medio de engaños. Nos aprovechamos de la vulnerabilidad de todas las personas que traíamos” manifestó Capera.
Por otra parte, el sargento Fidel Ochoa relató sus nexos con paramilitares desde antes de llegar al Batallón Contraguerrillas 79 cuando estuvo en Urabá en una ocasión previa. Señaló que ya conocía de la comisión de falsos positivos, y afirmó que sus inicios se remontan a la década de los noventa con el surgimiento del paramilitarismo como Autodefensas de Córdoba y Urabá (ACCU).
Asimismo, dijo que se fue creando “un libreto” donde “los que iniciamos haciendo esta macabra práctica la iniciamos asesinando a personas que presuntamente tenían un vínculo con la guerrilla por información entregada por las Autodefensas” sentenció.
Además, sostuvo ser el enlace entre las Autodefensas y el señalado coronel David Guzmán: “cuando llego en el 2005 comandante de pelotón, soy yo, quien sirve de enlace entre las Autodefensas al mando de alias Freddy y el comando del batallón al mando del mayor Guzmán Ramírez David” dijo.
A su vez, expresó que según su postura los falsos positivos se volvieron sistemáticos “con la llegada del general Montoya a la Séptima División y posteriormente al comando del Ejército” indicó.
“Efectuaba programas radiales con los comandantes de pelotón y nos insinuaba y nos inculcaba frases como: yo no necesito litros de sangre, sino “carrotancados” de sangre, que los únicos resultados que para él contaban eran los muertos. Decía que pelotón que no diera resultados no salía a permiso” afirmó Ochoa.
Finalmente, el procurador Jairo Acosta valoró preliminarmente de forma positiva los aportes a la verdad realizados por los comparecientes.