La primera edición del Primavera Sound Madrid concluyó con éxito tras contratiempos
La temporada de festivales inició en España con doble ración del Primavera Sound. La legendaria marca realizó su debut en Madrid en las mismas fechas que la décima edición del Primera Sound Porto, con el mejor cartel de su historia.
Se trata de una cita musical que parecía irreal para los madrileños y que superó con creces contratiempos como la suspensión de la primera jornada por las fuertes lluvias.
El festival, llevado a cabo en Arganda del Rey, a unos 37 km del centro de Madrid, quedó reducido a dos fechas, donde solo alrededor de 1.800 fueron los afortunados que reservaron la entrada en menos de un minuto, disfrutando de una presentación eufórica e íntima del grupo inglés Blur en La Riviera.
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Llegado el viernes, la cita para movilizarse a la ‘ciudad del rock’ fue a las afueras del Estadio Cívitas Metropolitano, allí una flota de buses esperaba a los miles de asistentes. La salida fluyó con naturalidad y las ganas de música y buena vibra sobrepasaron los minutos de espera. Nada comparable con el regreso del segundo día, donde muchos alcanzaron a esperar tres horas para volver a casa.
El colapso en la entrada con los taxis, carros que habían alquilado parking y la flota de buses, hizo retrasar treinta minutos la programación del festival. Buena noticia para quienes salían de sus trabajos apurados para no perderse Depeche Mode. El viernes fue un buen día para disfrutar musicalmente, cambiar de escenario, recorrer las activaciones y comer o tomar alguna bebida sin sufrir mucho con las largas filas.
Kendrick Lamar también debutó en Madrid gracias al festival. Durante 80 minutos hizo un repaso de sus éxitos, rapeó y cantó los temas de su último álbum Mr. Morale & The Big Steppers.
El cantante, productor, compositor y DJ, Fred Again, se robó la noche del Primavera en las dos ciudades. En Barcelona el tiempo no le alcanzó, cuando estaba en el clímax de uno de sus temas, sufrió el apagón del sonido y las pantallas del escenario. Los aplausos y el llamado del multitudinario público obligaron a los organizadores a devolverle la energía y darle unos minutos más para terminar su presentación. Sin embargo, en Madrid lo dejó todo y ha sido uno de los shows más comentados.
Su familia tiene conexión con la aristocracia británica. Su padre es abogado y consejero del rey Carlos III. Frederick empezó a tocar piano desde niño y el Primavera Sound se anotó un home run trayendo su proyecto.
Igual que a Måneskin, la banda de rock italiana, ganadora de Eurovisión, que, aunque pareciera que lo dio todo al inicio del show con sus más famosos temas, supo administrar la energía hasta el final. El vocalista Damiano se robó el espectáculo, no solo con su voz, sino su nuevo look, logrando contener a su público.
El DJ y productor escocés, Adam Richard Wiles, conocido mundialmente como Calvin Harris, por su parte, fue el encargado de subir la energía de la noche. Las luces, el fuego, el manejo del público y los temas como Feel So Close, We found love, Summer y One Kiss, éxito tras éxito, que cada vez reunió más gente para quien fue la reina de la noche.
Rosalía dejó claro porque es la artista top de España. Su repertorio seguía la secuencia de una canción muy conocida, y que todos cantaban, con otra donde podía demostrar su talento vocal y acústico. El show y picardía con sus bailarines, sumado a las cámaras en mano y alrededor de la artista catalana, hacen transportar al público al rodaje de un videoclip en vivo.
La mayoría de los asistentes fueron por ella ese día. Su espectáculo lo llevó a un plano personal e íntimo al incluir a su familia entre sus intervenciones. Las palabras sabías de su padre y de su abuelo sobre la vida del artista, los sacrificios por las giras y la emotiva canción donde participa su abuela lograron una conexión inolvidable con el público.
Finalmente, la organización dejó en duda el regreso del festival a Arganda del Rey, debido a las largas filas y horas de espera. La lluvia, la distancia y el transporte fue uno de los principales problemas en esta edición, que aterrizó en Madrid con un público, en su mayoría, nacional.