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Bruselas propuso destinar 50.000 millones de euros para ayudar a Ucrania

Los recursos se hacen con el objetivo de crear un mecanismo específico que apoyará su recuperación, reconstrucción y modernización de Ucrania entre el 2024 y el 2027.

Guerra en Ucrania. Foto: Getty Images / JARAMA

La Comisión Europea propuso que la Unión Europea destine 50.000 millones de euros en ayuda a Ucrania entre el 2024 y 2027 conforme a préstamos y subvenciones, anunció este martes 20 de junio la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.

Bruselas plantea crear una “reserva financiera” en el marco de la revisión del presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2027 que, según von der Leyen, permitirá proporcionar “perspectiva” y “predictibilidad” a los socios en Ucrania y “debería incentivar a otros donantes” a contribuir también.

“La reserva financiera nos permitirá mejojorar y nivelar nuestro apoyo financiero a la evolución de la situación sobre el terreno porque todos sabemos que una guerra requiere máxima flexibilidad por nuestra parte”, dijo la presidenta de la Comisión en una declaración a la prensa en la que adelantó los puntos clave de la revisión del presupuesto.

Desde el inicio de la guerra la Unión Europea ha entregado a Ucrania 14.700 millones de euros en ayuda macrofinanciera: 7.200 millones en 2022 y 7.500 millones en lo que va de 2023, dentro de la financiación de 18.000 millones de euros acordado para el conjunto de este 2023.

Si a ello se le suma otro tipo de asistencias, como la humanitaria o las vías de solidaridad para sacar los granos de Ucrania, la cifra asciende a 30.000 millones de euros, según la Comisión.

De los 50.000 millones de euros propuestos para los próximos cuatro años, 33.000 millones se canalizarían en forma de préstamos y 17.000 millones de euros en subvenciones, precisó el comisario europeo de Presupuestos, Johannes Hahn.

Los créditos se financiarían con la emisión de deuda respaldada por el margen del presupuesto comunitario, tal como se ha venido haciendo hasta ahora, mientras que las subvenciones deberán salir de contribuciones adicionales al presupuesto por parte de los Estados miembros que se agregarán en un instrumento bautizado como “Reserva Ucrania”.

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Hasta ahora la ayuda macrofinanciera se ha entregado a Ucrania en forma de préstamos en términos muy ventajosos, incluida la eliminación del pago de los intereses, que son cubiertos por el presupuesto de la Unión Europea, a cambio de que Kiev cumpla condiciones en materia de estabilidad económica, Estado de derecho y lucha contra la corrupción, buen gobierno y energía.

El objetivo de la nueva “arquitectura” financiera, explicó Hahn, es tener “flexibilidad” para poder “lidiar con la situación de guerra actual”, pero también contemplar la “posibilidad de que la guerra termine antes” y pueda comenzar la reconstrucción.

Aprobación por los Estados miembros

El nuevo paquete de ayuda, que deberá ser aprobado por los Estados miembros y el Parlamento Europeo, prevé una cuantía anual inferior a los 18.000 millones de euros acordados para 2023, pese a que el ministro de Finanzas ucraniano, Sergii Marchenko, trasladó a sus homólogos europeos en abril que Kiev necesitaba al menos la misma cifra para 2024.

Los Estados miembros abogan por dialogar también con instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo a la hora de diseñar la ayuda para la reconstrucción del país tras la invasión rusa, que según el Banco Mundial costará 411.000 millones de dólares (unos 376.100 millones de euros).

La Unión Europea ha financiado hasta ahora sus asistencias macrofinancieras con la emisión de deuda en los mercados respaldada por el presupuesto comunitario, en unas operaciones por las que capta también la financiación para el fondo de recuperación.

Sin embargo, desde que comenzaron las subastas en 2021, el coste de la deuda ha pasado de ser cercano a cero (0,09 % en junio de 2021) a aproximarse al tres por ciento (2,82 %) a finales de 2022 al calor de las subidas de los tipos de interés en la eurozona, por lo que se prevé que el peso de los intereses para el presupuesto comunitario, estimado inicialmente en 15.000 millones de euros hasta 2027, pueda más que duplicarse en ese periodo.