Judicial

Procuraduría pide investigar a las Farc por asesinato y desaparición de bebés

El ministerio público dio cuenta de un nuevo patrón criminal en el que en distintos frentes y bloques fueron practicados abortos de neonatos y fueron tirados a la basura o fueron desmembrados para enterrarlos clandestinamente.

Disidencias de las Farc. Foto: Proporcionada por José David Rodríguez

La Procuraduría delegada ante la JEP le solicitó al despacho que investiga el macrocaso de reclutamiento de menores de las Farc, que indague la responsabilidad de esa extinta guerrilla en un nuevo patrón criminal: el de asesinato de “neonatos” y desaparición de sus cuerpos.

De acuerdo con el documento entregado por el procurador Cristian Wolffhügel, identificaron la realización de abortos a guerrilleras en avanzado estado de gestación, para posteriormente matarlos y desaparecer sus cuerpos, algo que sin duda para el ministerio público, se extendió por los diferentes frentes y bloques de las Farc.

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“El Ministerio Público solicita que se investiguen los siguientes hechos: aborto forzado en edad gestacional avanzada; asesinato de neonatos; lesiones dolosas al feto; y, desaparición forzada de neonatos y las facetas de género que se relacionan con estas conductas”, señaló el delegado.

De hecho, en los avances de la investigación, encontraron que había un médico que practicaba abortos en grupos de diez mujeres o más, provenientes de distintos frentes y bloques de las Farc así como de la guerrilla del ELN.

“Las mujeres de las Farc y del ELN eran reunidas en algunas ocasiones para realizar los abortos, les ponían Cytotec y con una chupa absorbían para sacar los bebes (…) siempre habían 5 o 10 mujeres”, indica el testimonio de una de las 27 víctimas que ha identificado la Procuraduría hasta ahora.

Dentro del dossier de crímenes de lesa humanidad por el que acusa la Procuraduría a las Farc en el documento, se encuentra el lanzamiento de un bebé de 8 meses de gestación (que previamente fue sacado a la fuerza del vientre de su madre) al río Guayabero “la escuchó llorar y se la arrebataron de sus brazos”, cita el ministerio público.

También se mencionó la obligación de tomar pastillas abortivas sin control, por orden de uno de los excomandantes de las Farc más sanguinarios: “El Mono Jojoy”. Una de las víctimas que posteriormente fue sometida a aborto junto a otra de sus compañeras relató que después del procedimiento criminal fue a buscar el cuerpo de su bebé y lo encontró en pedacitos.

“Como a las dos de la tarde me empezaron a poner la droga, al otro día como a las nueve de la mañana tuve el niño, era un varón, nació vivo. El médico lo mandó a botar vivo a la basura y yo lo traté mal porque me dio mucha rabia. Lo saqué de la basura y lo tuve en mis manos como media hora hasta que se murió en mis manos”, señala otro de los aberrantes testimonios.

Finalmente, el procurador delegado pidió evaluar la responsabilidad de los máximos comandantes de las Farc, entre ellos el secretariado, ante la ocurrencia y expansión de esos crímenes de lesa humanidad donde “los hallazgos realizados por el Ministerio Público permiten inferir que no se trató de conductas aisladas o accidentales, que pudieran ser desconocidas por los mandos al interior de las filas, pues los hechos ocurrieron en todo el territorio nacional y en todos los Bloques de las Farc”.