Presidente Lula propone a su abogado personal como nuevo miembro de la Corte Suprema
Cristiano Zanin anuló los juicios que en su momento llevaron al líder progresista a la cárcel.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso el pasado jueves como nuevo miembro de la Corte Suprema a su abogado personal, Cristiano Zanin, quien logró anular los juicios que en su momento llevaron al líder progresista a la cárcel.
El propio Lula confirmó a periodistas que ha sugerido el nombre de Zanin y se dijo convencido de que será “un gran magistrado”, no sólo por el trabajo que realizó en su defensa, sino también por sus “cualidades como abogado”.
Lea también:
La propuesta de Lula será sometida en las próximas semanas al Senado y, en caso de ser aprobada, Zanin se incorporará al máximo tribunal para cubrir la vacante abierta en abril pasado, cuando se jubiló el magistrado Ricardo Lewandowski y la corte quedó con diez de sus once miembros.
Zanin, de 47 años, se graduó en 1999 en la Pontifica Universidad Católica de Sao Paulo y está especializado en derecho civil, aunque también tiene una sólida formación en asuntos constitucionales y derecho procesal.
Tiene además una amplia experiencia en litigios empresariales y en los últimos años ha estudiado y denunciado el uso abusivo de los mecanismos jurídicos, conocido como “lawfare” y del que ha sostenido que fue víctima el actual mandatario.
Desde hace una década es abogado personal de Lula y ejerció su defensa en las diversas causas por corrupción que enfrentó en el marco de la Operación Lava Jato, que llevó a la cárcel a decenas de políticos y empresarios por contratos fraudulentos con la empresa Petrobras y otras estatales.
Lula fue condenado en segunda instancia y llegó a pasar 580 días en la cárcel, un período que incluyó las elecciones de 2018, de las que quedó al margen justamente por su condición de presidiario y que finalmente ganó el ultraderechista Jair Bolsonaro.
En 2019 recuperó la libertad, gracias al trabajo de Zanin ante la Corte Suprema, que finalmente sentó jurisprudencia y decidió que, de acuerdo a la Constitución, un condenado sólo debe ingresar en la cárcel una vez que se agoten las posibilidades de apelación.
Dos años después, el abogado de Lula también convenció al Supremo de que los juicios en que resultó condenado habían sido salpicados por diversas irregularidades, por lo que fueron anulados y el líder progresista recuperó todos sus derechos políticos.
La anulación de esos procesos le abrió a Lula las puertas de una nueva candidatura para las elecciones del año pasado, en las que se impuso a Bolsonaro y logró volver al poder que había ejercido en dos mandatos consecutivos, entre 2003 y 2010.
En las próximas semanas, Zanin deberá ser convocado para una entrevista en la Comisión de Constitución y Justicia del Senado y, en caso de ser aprobado su nombramiento será sometido al pleno de la Cámara alta.
Uno de los miembros del Senado es el exjuez Sérgio Moro, quien fue responsable de la Operación Lava Jato en primera instancia y dictó las primeras condenas contra Lula, luego anuladas hasta por maniobras irregulares del entonces magistrado, acusado de no haber mantenido la “imparcialidad” debida en los procesos.
Moro, quien fue ministro de Justicia de Bolsonaro, aunque luego se enemistó con el ultraderechista, ya ha anunciado que se opondrá al nombramiento de Zanin, sobre el cual ha dicho que hiere algunos “principios republicanos” por su “pública y manifiesta amistad” con el actual mandatario.