El chat con el presidente Petro que Benedetti publicó y luego borró
Hacia mediodía del pasado 1 de junio hubo un intercambio de mensajes de texto entre el presidente y el embajador Benedetti.
Se van ambos: Laura Sarabia y Armando Benedetti salen del Gobierno
Después de la esperada reunión con la jefe de Gabinete, Laura Sarabia, y el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre el tema del polígrafo:
- “Acusar al gobierno del cambio de interceptaciones ilegales es de tamaña irresponsabilidad. Ningún miembro del gobierno ha dado ninguna orden de interceptaciones telefónicas. Mañana nos pronunciaremos sobre las decisiones que he tomado alrededor del caso del polígrafo”.
El escándalo se desató desde el pasado fin de semana por la declaración de una exempleada de Sarabia, Marelbys Meza, quien manifestó que había sido conducida a un sótano cerca a la Casa de Nariño para ser obligada a someterse al detector de mentiras tras la pérdida de una cartuchera con cinco millones de pesos. En esta intervención, Meza aseguró que sufrió de malos tratos por parte de las personas encargadas de realizar las pruebas.
El episodio ha tomado fuerza con el paso de los días, ya que se dice que el embajador Armando Benedetti habría intentado sobornar a Sarabia, su antigua persona de confianza cuando se desempeñó como senador de la República.
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Otro hecho más grave y contundente se sumó al caso, luego de que el fiscal general, Francisco Barbosa, revelara que a la exempleada de Sarabia también se le interceptaron las comunicaciones de manera ilegal, lo que calificó como “un día lamentable para el Estado de Derecho”.
Por eso, había mucha expectativa en torno al encuentro de Petro, Sarabia y Benedetti, del que se esperaba una solución definitiva a la crisis, que fue revelada aquí en La W. Dicha reunión se debía producir en el salón VIP del Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM, un salón adaptado para reuniones privadas, lejos de la atención pública.
El Reporte Coronell de La W reveló que el plan inicial consistía en que el mandatario hablara con el embajador antes de partir a Villavicencio, a donde se quedaron esperándolo. Desde la noche anterior, el presidente Petro había cancelado toda su agenda.
Al embajador Armando Benedetti nadie le informó del cambio de planes y, según una alta fuente de la Casa de Nariño, él se fue a CATAM a esperar al presidente.
Las mismas fuentes de Palacio indicaron que el presidente Petro enviaría la caravana presidencial a recoger al embajador para llevarlo a un punto de encuentro lejos de las instalaciones oficiales. Se llegó a decir que se encontrarían en la casa particular del mandatario en Chía. Sin embargo eso tampoco terminó sucediendo.
Hacia mediodía hubo un intercambio de mensajes de texto entre el presidente y el embajador Benedetti.
No sé por cuál razón –si deliberadamente o por error– el embajador Benedetti publicó por unos minutos en su WhatsApp parte de la conversación que tuvo con el mandatario.
Habitualmente los miembros del alto gobierno usan la plataforma Line para comunicarse. Esta es una de las aplicaciones de mensajes más seguras. Sin embargo Benedetti tomó una foto de su conversación con el presidente y la publicó –voluntaria o involuntariamente, no se sabe– en su cuenta de WhatsApp.
Un amable corresponsal de El Reporte tuvo tiempo para tomar una foto del pantallazo de Benedetti. Pantallazo, nunca el nombre resultó tan apropiado.
Les leo la conversación que ustedes pueden ver a continuación:
12:55 del mediodía, El embajador Benedetti escribe: “OK!...Yo estoy calmado”.
Cinco minutos después, el presidente Gustavo Petro responde: “Vale. Por hoy es silencio de ambos. Ya veremos cómo se solucionan las cosas”. El presidente Petro escribió mal la palabra veremos, en realidad tecleó V W R E N O S, algo que le pasa con frecuencia.
A la 1:13, 12 minutos más tarde, Benedetti responde en tono lambiscón: “OK! Mi presidente. Me da pena molestarte, pero el canciller está sacando todos mis viajes, lo del avión privado, etc. Es Laura!...Y yo estoy callado”.
Ahí termina el pantallazo que publicó el embajador Benedetti, quejándose porque en el Ministerio de Relaciones Exteriores hay preocupación hace meses por los viajes no autorizados del embajador Benedetti. Alguno de ellos a Washington, asegurando que era en misión oficial.
En ese momento la Cancillería abrió una investigación por “abandono del cargo” ya que no había ninguna misión oficial del embajador en Venezuela en Washington. Pero, en esa ocasión, quien salvó a Benedetti fue su antigua asesora Laura Sarabia. Ella dijo que no existía orden de la Cancillería, pero sí de la Presidencia.
Los tiempos cambian mucho.
Unas horas después del chat que mostraba que, a pesar de todo, el presidente Petro no estaba tan disgustado con Benedetti, Cambio hizo pública la existencia de las chuzadas a la niñera Marelbys Meza, o la Mary como la llamamos cariñosamente los colombianos.
La periodista Sylvia Charry, de Cambio, reveló que un investigador de la Dijín en el Chocó plantó el número de la Mary en una lista de cuatro teléfonos dentro de una operación de seguimiento a Wilmer Antonio Giraldo, alias ‘Siopas’.
El policía de la Dijín en Chocó pasó la lista al fiscal 191 local contra el crimen organizado, y este pidió a un juez de garantías autorización para la interceptación.
Tres días después un analista de la sala de interceptaciones de la Dijín, en la Avenida El Dorado de Bogotá, se dio cuenta que en esa línea no había información relevante para el caso de Siopas. Solo se trataba de comunicaciones de una mujer residente en Usme, en el sur de Bogotá.
El analista pidió cancelar la orden de interceptación por “motivación no fundada” y las escuchas se interrumpieron pero la orden de cancelación solo llegó el 13 de febrero.
Ayer en la tarde, cuando Laura Sarabia se enteró de la publicación de Cambio señaló que ella no había hecho nada indebido y dejó la sede presidencial.
A esa hora seguía sin darse la reunión con el presidente.
La ansiada cita vino a cumplirse solo anoche, cerca de las 10 de la noche, en los cerros orientales de Bogotá.
Se van ambos: Laura Sarabia y Armando Benedetti salen del Gobierno