La ultraderecha arrasó en constituyentes de Chile y consiguió poder de veto
El ultraderechista Partido Republicano, partidario de mantener la actual Constitución chilena, arrasó este domingo en las elecciones constituyentes.
El ultraderechista Partido Republicano, partidario de mantener la actual Constitución chilena, arrasó este domingo en las elecciones constituyentes con un 35,5 % y consiguió al menos los 20 consejeros necesarios para tener poder de veto en el órgano constitucional, con el 95,1 % de los votos escrutados.
En segundo lugar, quedó la lista Unidad Para Chile (28,3 %), integrada por la mayoría de los partidos que integran la coalición oficialista (el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), mientras que la tercera posición fue para la derecha tradicional, aglutinada en Chile Seguro (21,2 %) y en la que se integran UDI, Renovación Nacional y Evópoli.
Muy por encima de lo que pronosticaban las encuestas, la extrema derecha y la derecha tradicional tienen mayoría absoluta juntas y consiguen más de los 30 escaños necesarios para aprobar las nuevas normas constitucionales sin necesidad de pactar con la izquierda y marcar el rumbo así de la nueva propuesta de Carta Magna.
El Partido Republicano, creado en 2019, está liderado por José Antonio Kast, quien perdió contra Boric en las elecciones de 2021 y es un defensor acérrimo del modelo económico neoliberal instaurado en Chile por la dictadura militar (1973-1990).
“Que nunca más el sectarismo se apodere de nuestra patria”, dijo un Kast eufórico en la sede de su partido.
“Los chilenos necesitamos con urgencia hoy que este gobierno comience a gobernar y se haga responsable y sea responsable de garantizar el orden, la prosperidad y la paz para todos nuestro compatriotas”, añadió el ultraderechista, que militó en la conservadora UDI durante casi dos décadas.
La ultraderecha arrasó en la mayoría de las 16 regiones de Chile e incluso se hicieron con feudos tradicionalmente de la izquierda, como la Región de Valparaíso o la Metropolitana, donde se encuentra la capital.
Lea también:
“Tenemos una tremenda responsabilidad y estamos convencidos que no vamos a cometer los errores de la izquierda en su proceso. Chile no tiene otra oportunidad”, indicó por su parte Juan Antonio Coloma, diputado de la UDI.
CENTRO-IZQUIERDA Y DERECHA POPULISTA, LOS PERDEDORES
Con el 90,6 % de los votos escrutados, se desconoce aún el reparto final de los 50 consejeros que redactarán la nueva propuesta de Constitución, pero todo indica que ni la lista de centro-izquierda Todo por Chile ni el Partido de la Gente (derecha populista) no alcanzarán el porcentaje suficiente de votos para entrar en el consejo.
Todo por Chile obtuvo solo el 8,9 % de los votos y está conformada por el oficialista Partido por la Democracia y la Democracia Cristiana, que no es propiamente oposición pero tampoco integra el Gobierno.
El último lugar fue para el Partido de la Gente, que apenas consigue un 5,4 % de los votos, pese a que era una formación que parecía despuntar en las últimas encuestas y se vio afectada por un caso de narcotráfico en una de sus candidatas.
“El Partido Republicano no quería una nueva Constitución. Ahora que tienen mayoría, la pregunta es si la derecha tradicional va a ser su vagón de cola”, indicó Juan Ignacio Latorre, del Frente Amplio.
Para Claudia Heiss, de la Universidad de Chile, el resultado de este domingo “es un tsunami republicano completo”.
“Tienen la posibilidad de vetar y en este escenario lo más probable es que la constitución que salga de este proceso no sea una constitución habilitante. Es una garantía del ‘statu quo’ y el fortalecimiento de las opciones presidenciales de los republicanos”, expresó a EFE.
Los 50 consejeros -25 hombres y 25 mujeres- tomarán posesión el próximo 7 de junio y tendrán cinco meses para redactar la propuesta de texto, que se someterá a plebiscito el 17 de diciembre.
El mismo día de la instalación, los consejeros recibirán un borrador que 24 expertos designados por el Parlamento llevan redactando desde marzo y que cumple con 12 principios básicos acordados a priori por los partidos para evitar una propuesta refundacional como la anterior.