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¿Cuál es la solución a la violencia en el fútbol? Hablan los líderes de las barras

En Sigue La W, los líderes de varias barras populares conversaron para poner sobre la mesa sus propuestas y analizar su papel a la hora de evitar que las barras futbolísticas siembren el terror y la violencia en las ciudades.

Imagen de referencia de hinchas de fútbol. / David Madison

Recientemente, la fiesta del fútbol en Colombia una vez más se ha visto empañada por los actos de violencia cometidos por algunos hinchas de diferentes equipos.

El 30 de abril, una confrontación entre aficionados desatada a las afueras del estadio Atanasio Girardot luego del clásico del fútbol antioqueño –entre Independiente Medellín y Atlético Nacionaldejó un saldo de dos personas muertas y más de diez heridas.

En otro hecho, ocurrido también durante el fin de semana antes del clásico caleño entre América de Cali y Deportivo Cali, supuestos hinchas del América se bajaron de un bus en un semáforo para agredir con armas blancas a una pareja que tenía la camiseta del equipo rival.

Para enfrentar esta problemática, el Gobierno Nacional, los clubes y las autoridades locales han convocado a reuniones para buscar soluciones que permitan garantizar el fútbol en paz.

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En Sigue La W, los líderes de varias barras populares conversaron para poner sobre la mesa sus propuestas y analizar su papel a la hora de evitar que las barras futbolísticas siembren el terror y la violencia en las ciudades.

Se trata de Óscar Murillo, de la barra Disturbio Rojo de América de Cali; John Jairo Vásquez, de Holocausto Norte del Once Caldas y Diego González, de la barra Guardia Albirroja Sur de Independiente Santa Fe.

En primer lugar, Murillo subrayó que el diálogo es necesario. Además, explicó por qué no debe dárseles el calificativo de “barras bravas” a estos colectivos.

“No solo es estigmatizante llamarnos “barras bravas”, sino que no corresponde con la naturaleza de organizaciones sociales que somos (…) preferimos ser denominados “barras futboleras populares”, eso da cuenta del tipo de organización social, de las identidades construidas alrededor del fútbol y del carácter de clase que representamos”, afirmó.

Por eso, Murillo recalcó que el fútbol “es un encuentro entre diferentes, no solo de equipos sino de maneras de ver y sentir esta pasión”.

Para Vásquez, “desafortunadamente, hay gente que cree que el fútbol se tiene que demostrar con violencia”.

Los nombres de las barras

En cuanto a los nombres de las barras, que para muchos evocan situaciones o momentos violentos, los líderes que conversaron con Sigue La W ofrecieron sus puntos de vista.

Para Vásquez (Holocausto Norte), el nombre de su barra no está vinculado con la violencia: “Nuestro significado no es asesinato, sino de un sacrificio por un amor y el poder del fuego (…) no es que seamos asesinos, nazis o caníbales”.

Diego González (Guardia Albirroja Sur), consideró que los nombres de las barras son estilos y son respetables: “El de nuestra barra simplemente hace referencia a una estrofa del himno de Independiente Santa Fe”.

González agregó que las barras “están compuestas por parches e intentamos cuidarnos en el tema gráfico y estético para no utilizar tipografías como la sangre o asociadas a pandillas”.

Identificación de los miembros

Sobre la dificultad para identificar a los miembros de las barras y determinar quiénes son los que terminan promoviendo o protagonizando los hechos violentos, Vásquez aseguró que “la mayoría de las personas que estamos en barras nos distinguimos desde hace años y nos respetamos” y, por eso, “buscando la forma de que esto salga bien, hemos logrado avances”.

Vásquez sostuvo que siempre han reconocido que existen integrantes de su propia barra que siembran el terror y la violencia, ya que “en una organización tan amplia, hay todo tipo de personas”.

González, por su parte, indicó: “Las barras hemos intentado implementar mecanismos para identificar miembros (…) en medios de comunicación se ha dicho que estamos en contra de la individualización de los miembros, y eso no es cierto”.

Agregó que, en la Guardia, tres de cada cuatro hinchas están abonados: “Santa Fe y la Dimayor tienen esos datos, saben quiénes somos. ¿Por qué nos han dejado solos en esta lucha?”, cuestionó.

En esa línea, Murillo advirtió que “los estudios y la literatura sobre el barrismo social no han sido tenidos en cuenta a la hora de formular políticas públicas”. También recordó que en 2017 se inició un proceso de carnetización para 250.000 personas que pagaron y suministraron sus datos. Sin embargo, agregó, “no sabemos en qué quedó eso, pero la plata sí se cobró”.

Para Vásquez, quienes se salen de sus lineamientos son fácilmente identificados: “No estamos para cubrirle nada a nadie, más cuando hacen las cosas mal, pero estamos maniatados (…) el Gobierno, el club (Once Caldas) y Dimayor nos han dejado solos”.

¿Qué soluciones hay?

Vásquez aseguró que “tenemos que juntar fuerzas con los otros actores para buscar salidas, en Colombia estamos cansados de la violencia”.

González coincidió: “Tenemos que hacer acuerdos conjuntos porque todos tenemos parte de la solución. Lo primero es hacer una política pública (…) las barras no son ejércitos que obedecen a un jefe, son microsociedades”.

Finalmente, Murillo sostuvo: “Una solución mágica no existe, necesitamos soluciones políticas (…) si bien hay enormes dificultades, también hay grandes oportunidades”.

Cabe señalar que Sigue La W contactó a los líderes de otras barras para este diálogo, pero no asistieron por distintos motivos: Jhon Solano, líder de Comandos Azules Distrito Capital (Millonarios F.C) y Sebastián Rondón, líder de Resistencia Norte (Deportivo Independiente Medellín, DIM) se encontraban ocupados.

Felipe Muñoz, líder de Los del Sur (Atlético Nacional), rechazó la invitación al programa y señaló que no estaba de acuerdo con el manejo que los medios de comunicación han dado a este asunto.