Procuraduría abre indagación preliminar contra el ministro de Transporte
Investigarán violación del Código Disciplinario por aceptar vuelos en avión de contratista.
La Procuraduría General de la Nación investigará al ministro de Transporte, Guillermo Reyes, por violación del Código Disciplinario Único.
En las últimas horas, el proceso fue asignado por reparto a la Sala de Instrucción de la Procuraduría, que abrió indagación preliminar por presunta violación del artículo 35 del Código Disciplinario Único que establece las prohibiciones para los funcionarios públicos.
Entre esas prohibiciones está: “solicitar directa o indirectamente dádivas, agasajos, regalos, favores o cualquier otra clase de beneficios”.
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De ser encontrado responsable de la violación de esta norma el señor ministro Guillermo Francisco Reyes podrá ser sancionado hasta con la destitución de su cargo y la inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas.
Esta historia empezó con una investigación de La Silla Vacía que reveló que el ministro Reyes ha venido usando de manera reiterada el avión privado de un contratista beneficiado por multimillonarios contratos por el Instituto Nacional de Vías.
Al menos siete veces el ministro Reyes ha utilizado el avión King C90, de matrícula HK4784G, una cómoda aeronave que opera con dos pilotos y tiene capacidad para transportar 6 pasajeros.
El avión privado pertenece al contratista Pedro Contecha, dueño de la empresa Ingeniería de Vías favorecida con un multimillonario contrato por del Invías para atender la emergencia vial que incomunicó al sur de Colombia en el Cauca.
La investigación de los colegas de La Silla Vacía puso en evidencia que el contrato por 60.000 millones de pesos está lleno de presuntas irregularidades: Hay discrepancias entre los pagos y los soportes y el señor Contecha fue quien estableció el valor de su contrato.
Una alta funcionaria del Invías, Carolina Barbanti subdirectora de gestión de riesgos, advirtió que existía un astronómico sobreprecio en el contrato otorgado al señor Contecha. Según ella, las obras encargadas se pueden ejecutar con la mitad de lo que los contribuyentes, a través del Invías, le están pagando al contratista.
El mismo contratista que le presta su avión al ministro de Transporte Guillermo Reyes, quien por razón de su cargo es el presidente del Consejo Directivo del Invías. El señor Contecha es además amigo personal del director de la entidad Juan Alfonso Latorre.
La funcionaria Barbanti que advirtió el costo desmesurado del contrato salió del Invías, mientras el ministro Reyes siguió volando en el avión del contratista y el Invías continuó otorgándole millonarios contratos al señor Contecha.
Este lunes, aquí en El Reporte Coronell les contamos que, hace dos semanas exactas, el 12 de abril, el Invías le entregó un nuevo contrato por 17.000 millones de pesos a un consorcio en el que participa la firma del señor Pedro Contecha.
Ese contrato tiene como objeto es la gestión y mantenimiento de la Ruta del Sol, sector 1, en el departamento de Cundinamarca.
La compañía del señor Fontecha está asociada en este negocio con Latinco, una empresa en la que trabajó la actual directora jurídica del Invías, Sandra Cuenca Leguízamo, quien es la encargada de supervisar la adjudicación y ejecución del contrato otorgado a sus antiguos empleadores.
En respuesta al Reporte, el ministro Reyes habló con La W y dijo que él hizo un “contrato privado” con el señor Contecha y que de su propio bolsillo le paga la gasolina del avión al contratista.
Si esto fuera cierto, no sería una explicación suficiente ya que el costo de uso de un avión privado es mucho mayor que el precio de la gasolina. Imagínense, a manera de ejemplo, si un funcionario usara el automóvil Mercedes Benz de un contratista y para justificarse dijera que no hay problema porque él lo tanquea.
Pero además, la Unidad Investigativa El Tiempo, habló con el señor Contecha sobre el supuesto contrato privado que mencionó el ministro y reproduzco lo que publica el diario: “En lo que sí fue preciso es en que él no ha recibido plata de Reyes: “A mí no me la ha dado. Pero de pronto al capitán sí, una o dos veces, porque hay veces en que salgo para las zonas y duro 5 días por allá y lo usaban y le daban algo para la gasolina porque no alcanzaba la plata. No son más de 500 o de 800″”.
Reitero que los supuestos pagos –que el dueño del avión califica como ínfimos– no borran la falta.
Como al ministro le gusta conocer el número de radicación de los procesos, el de la Procuraduría General de la Nación en su contra es el E-2023-250113.