Finca donde entrenaron paramilitares hoy es un centro de acopio lechero en Córdoba
Cerca de 300 familias que habían sido desplazadas por la violencia, retornaron a sus tierras y se benefician con el importante proyecto.
Finca donde entrenaron paramilitares hoy es un centro de acopio lechero en Córdoba
05:12
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://www.wradio.com.co/embed/audio/367/1681439489596/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Nueva Esperanza, Valencia, Córdoba. Foto: Claudia Hernández/La W
Cerca de dos horas separan a la ciudad de Montería del corregimiento Villanueva, zona rural del municipio de Valencia (Alto Sinú), Córdoba, donde está ubicado un extenso predio que se conocía como Las Tangas; lugar escogido por el ex jefe paramilitar Fidel Castaño, en 1983 para entrenar a quienes entrarían a engrosar las filas del grupo que, posteriormente, se llamaría Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el mismo que sembró el terror en esta población que era considerada un paraíso.
“Antes de llegar la violencia, nuestro territorio era un paraíso, era hermoso, lleno de paz; unos campesinos pujantes con ganas trabajar y sacar adelante a nuestras familias. Hacer nuestras cosechas que es lo más valioso en el campo”, dijo Nelly Posada a La W.
- -¿Por qué los grupos paramilitares escogieron las antiguas Tangas en Valencia?
La fertilidad de las tierras y paso estratégico de este importante punto en Valencia, Córdoba, habría jugado en contra de la población en ese entonces.
“Nuestro paraíso cambió con la llegada de grupos al margen de la ley. Muchas familias se tuvieron que desplazar, perdimos seres queridos, nuestra calidad de vida no fue igual, ya nadie se tenía confianza, nuestro tejido social se rompió”, sostuvo Nelly Posada.
Le puede interesar
Por su parte, Américo García, quien hasta hoy no sabe dónde se encuentran los restos de su hermano, Luis Manuel García López, quien para la época de los hechos (1988) era un concejal del municipio de Valencia, señala que “uno analiza que esto era un punto estratégico para expandir ese proyecto paramilitar que ellos (Clan Castaño) traían, supuestamente la pelea de ellos era con la guerrilla. Era un punto estratégico porque aquí no había guerrilla, ellos aquí estaban seguros, pero aquí empezaron a hacer lo que ellos llamaron “limpieza social”, luego hacia San Pedro de Urabá y así se extendieron por todo el país”.
Américo, también describió la crueldad con la que se cometieron cientos de asesinatos en los años 80 y 90. Esto hizo que las productivas tierras quedaran desoladas.
“El modus operandi de ese tiempo era que, aunque ellos asesinaran a las personas en la casa, las cogían de ahí, las montaban a la camioneta y las desaparecían; no dejaban los cadáveres”, puntualiza este habitante de Villa Nueva.
- El renacer en Villa Nueva:
Pese a la oleada de violencia que arrebató la tranquilidad en esta zona, las víctimas se aferraban a la frase de que “nada es para siempre” y que un día podrían recuperar lo que por derecho les pertenecía: sus tierras, las mismas que hoy con la extraña desaparición del Clan Castaño pasaron de ser un centro de concentración paramilitar a un centro de acopio lechero que beneficia a 300 familias.
“Esto es un hecho, va a traer progreso a la zona para poder comercializar porque la idea no es comprar leche para vender leche, sino transformar ese producto y darle un valor agregado”, puntualizó Américo García.
Por el dolor que representó para las víctimas el nombre Las Tangas, este predio pasó a llamarse Nueva Esperanza.
“Hoy, la transformación ha empezado con el cambio de nombre, ahora se llama Nueva Esperanza y en este predio estamos conociendo a las familias que de manera exitosa están implementando proyectos productivos con el apoyo de la cooperación internacional. Estamos inaugurando el centro de acopio lechero para productores de la parcelación Nueva Esperanza, ellos van a tener el primer tanque frío para el municipio de Valencia, ese tanque tiene una inversión de aproximadamente 300 millones de pesos”, precisó Dina Montalvo, directora de la Unidad de Restitución de Tierras en Córdoba.
En medio de lo expuesto, las comunidades aseguran que poco a poco han empezado a recuperar la confianza que se había perdido, pero advierten que el 'fantasma' no se ha ido del todo.
“Sí, el fantasma sigue, eso no es una mentira para nadie y uno no tiene por qué engañarse”, puntualizó Nelly Posada.