Para este jueves 13 de abril se tenía previsto que iniciaran los debates sobre la reforma a la salud radicada por la ministra de Salud, Carolina Corcho, según lo anunció el representante Agmeth Escaf, quien también es presidente de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

La ponencia del proyecto fue radicada el pasado 31 de marzo por el coordinador ponente, Alfredo Mondragón –del Pacto Histórico–, y contó con las firmas de seis ponentes. Entre estos, se encontraban Gerardo Yepes (Partido Conservador) y Camilo Ávila (Partido de la U), a pesar de que sus partidos habían mostrado reparos al texto y, en consecuencia, los dos congresistas tuvieron que dar explicaciones a los respectivos directores de sus colectividades.

Sin embargo, este 13 de abril, la reforma sufrió un nuevo revés después de que el Ministerio de Salud informara a los partidos Liberal, Conservador y La U que rechaza la mayoría de las 133 propuestas modificatorias que entregaron para ser incorporadas en la ponencia para primer debate.

Por eso, para conocer en detalle cómo funcionará la atención en salud, Sigue La W conversó con el representante Alfredo Mondragón, quien reiteró que la población requiere espacios de atención en urgencias.

Según Mondragón, en la actualidad, una parte de los procesos para atención en salud son las autorizaciones: “debe haber autorización para que den la cita, luego el médico revisa al paciente y prescribe medicamentos. Si hay dudas, se ordenan exámenes y, con base en eso, se envía a especialistas”.

De esta forma, el representante aseguró que el sistema de salud actual plantea la necesidad de intermediarios que hagan control de gastos: “El instrumento de las autorizaciones ha sido de contención de gastos para que no se desmadre. En cualquier sistema, los recursos se tienen que cuidar”.

Sin embargo, advirtió que estas autorizaciones se han convertido en una barrera de atención para la gente.

¿Cómo funcionará el sistema de salud según el modelo planteado por la reforma?

Mondragón explicó que el 80% de prestadores de salud en la actualidad son privados, y solamente el 20% son públicos.

“¿Qué cambia? Pasamos de un sistema de aseguramiento comercial a uno social (…) tendrá administración pública y privada (…) usted va a tener capacidad de administración y articulación privada y pública”, explicó el representante.

¿Cómo acaba la “autorizacionitis”?

Según Mondragón el CAP (Centro de Atención Primaria) es la puerta de entrada, pues es ahí donde revisan al paciente y dan una solución inmediata a su necesidad de salud.

“Usted entra y no tendrá la autorización o el papel para conseguir los medicamentos o buscar al prestador a ver cuándo tiene agenda (…) se busca que los CAP (públicos, privados o mixtos) tengan capacidad administrativa para dar disponibilidad a exámenes”, precisó.