Ultra Air: crónica de una suspensión de operaciones anunciada

El pasado miércoles 29 de marzo, la aerolínea de bajo costo Ultra Air anunció que a partir del jueves 30 de marzo suspenderá su operación en Colombia por “situaciones macroeconómicas adversas para la industria”, entre otras razones.

A través de un comunicado, la compañía informó que “se ve imposibilitada para continuar operando y ofrece excusas a los empleados, clientes, proveedores y demás grupos de interés que resulten afectados por esta situación”.

Además, reiteró su “compromiso de trabajar hasta el último momento por minimizar el impacto en las personas que confiaron en este proyecto”.

Ultra Air lleva un año operando en Colombia, durante el cual ha transportado a más de dos millones de pasajeros y ha conseguido más del 8% del mercado aéreo. Además, ha generado más de 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos.

Crónica de una suspensión de operaciones anunciada

Ultra Air es la segunda aerolínea que suspende operaciones en Colombia en las últimas semanas. El pasado 27 de febrero, Viva Air tomó esa decisión ante los graves problemas financieros que dejaron a miles de pasajeros en tierra.

No obstante, el caso de Ultra Air fue una tragedia anunciada desde el pasado 14 de marzo, cuando Sigue La W anticipó que suspendería operaciones en Colombia debido a la grave crisis económica que enfrenta.

En ese momento, este medio reveló que, desde hace unos meses, Ultra Air no ha estado cumpliendo con los compromisos de pago de los arrendamientos en los espacios para parquear sus aviones. Tampoco tiene dinero para pagar el combustible, además de contar con problemas tributarios y financieros. Por eso, no aguantaría más.

Incluso, se conoció que el pasado lunes 13 de marzo, en horas de la tarde, hubo una reunión de los directivos de la empresa con autoridades del sector transporte de Colombia, como la Superintendencia de Transporte, la Aeronáutica Civil y el propio Ministerio de Transporte, para buscar salidas a la crisis.

Sin embargo, minutos después de esta publicación en Sigue La W, la aerolínea Ultra Air publicó un comunicado en el que aseguró: “desmentimos esta afirmación”.

De esta forma, reconoció que, pese a las dificultades económicas, cuenta con una operación sólida y es consciente de los retos: “No somos ajenos a la situación actual, donde los diferentes factores macroeconómicos han afectado la industria, sin embargo, Ultra Air está respaldada por inversionistas sólidos que creen en el proyecto de la compañía y que son conscientes de los retos actuales del sector”.

También confirmó que se encontraba “hablando con los diferentes actores del Gobierno colombiano para ayudar en la crisis que está viviendo el sector de aviación nacional”.

Ese mismo 14 de marzo, en Sigue La W, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, aseguró que la situación de los estados financieros de la aerolínea es bastante preocupante, pues en caso de que los pasivos superen los activos, podría terminar en una situación similar a la de Viva.

Además, señaló que, pese a que Ultra Air aseguró que en materia económica tiene solidez, tendrá que demostrarla: “Si termina ocurriendo otro desastre como el de Viva, yo no voy a ser el responsable”.

Más adelante, el 23 de marzo, la Superintendencia de Transporte adoptó medidas de prevención y vigilancia para que Ultra Air cumpliera sus obligaciones con los pasajeros y acreedores debido a que la compañía tiene “baja liquidez”.

Esta decisión se produjo un día después de que JetSmart, ubicada en Chile y controlada por el fondo de inversión estadounidense Indigo Partners, desistiera de la carta de entendimiento firmada dos semanas atrás para la posible compra de Ultra Air.

Bajo esta decisión, la Superintendencia indicó a Ultra Air que implementara un plan de trabajo que detallara un listado desagregado por rutas, en el que se incluya la programación de los vuelos comerciales para cada día de la semana, “donde se identifique la aeronave y el personal de la tripulación para cada una de las frecuencias”.

Pero tras la caída del negocio, la aerolínea colombiana advirtió que esto podría obligarla a ajustar su operación.

A través de un breve comunicado, la low cost manifestó: “Seguimos trabajando para obtener nuevos recursos de nuestros inversionistas y banqueros, ya que la salida de JetSmart del acuerdo firmado, puede obligarnos a ajustar la operación, caso en el cual estaremos contactando a nuestros clientes para minimizar los impactos que estos cambios puedan generarles”.

El 23 de marzo, Sigue La W conoció que Ultra Air no vendería más tiquetes a partir de ese día y hasta el 30 de abril. Según informó la aerolínea, esta medida fue adoptada con el propósito de “reorganizar la operación para así cumplirle a los pasajeros y evitar contratiempos”.

Según la comunicación, el día anterior se habían presentado novedades con dos aeronaves, las cuales sufrieron afectaciones técnicas. Por ese motivo, Ultra Air informó que “se reprogramarán seis vuelos de hoy para el día de mañana”.

En medio de la incertidumbre por el futuro de la aerolínea, William Shaw, su CEO, aseguró en diálogo con La W que la empresa logró capitalización que necesitaba.

De esta forma, Shaw aseguró que, con todo el ruido en torno la situación de la aerolínea, sumado al nerviosismo frente a la cancelación de operaciones de Viva, se puso a la empresa aérea en el “ojo del huracán”.

Además, aseguró que esta no es la primera vez que Ultra Air ha necesitado una capitalización de sus accionistas y que son cosas que pasan en las aerolíneas. Por eso, sostuvo que la Superintendencia de Transporte y el Ministerio de Transporte tienen conocimiento de cada uno de sus movimientos financieros.

Sin embargo, a pesar del parte de tranquilidad, la aerolínea de bajo costo finalmente anunció el pasado 29 de marzo que suspenderá su operación en Colombia por “situaciones macroeconómicas adversas para la industria”, entre otras razones.

Entre estas situaciones, según señaló, están el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio, las cuales generaron un “alza sustancial de costo” para las compañías aéreas. Este hecho, advierte, los llevó a “operar deficitariamente durante los últimos meses”.

Ante esto, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, conversó con La W y aseguró que, hasta final de 2023, Ultra Air había vendido unos 379.000 tiquetes: “cuánta plata significa eso y hoy en la caja no tiene ni un peso, se robaron la plata de los pasajeros”.

Además, Reyes exigió transparencia a las aerolíneas con los reportes de sus estados financieros.