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El proceso secreto con el que los Gilinski esperan sorprender al GEA

Con demanda gemela, preparan toma de control de Sura sin necesidad de obtener mayoría accionaria.

El proceso secreto con el que los Gilinski esperan sorprender al GEA

Colombia

Sigue la película de suspenso por la toma de control del grupo Gilinski sobre las compañías del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).

Hace poco les contamos de una demanda de los Gilinski para impedir que delegados de Sura y Argos participaran en la votación para elegir la junta directiva de Nutresa.

A través de una medida cautelar decretada, de manera bastante polémica, por un veloz funcionario de la Superintendencia de Sociedades le ordenan a los representantes de Sura, IC Estratégicas y Argos no votar en la elección de junta de Nutresa.

De esta manera, los Gilinski que solo tienen el 31 por ciento de Nutresa, elegirían la nueva junta directiva de esa empresa y, de paso, podrán cambiar la administración de la compañía.

La medida tiene una salvedad: los delegados de las empresas del GEA solo podrían votar por la junta directiva de Nutresa si tienen autorización de las Asambleas Generales de Sura y Argos.

Y aquí viene la sorpresa que los señores Gilinski están preparándoles a quienes se oponen a la toma, es decir, a las sociedades del Grupo Empresarial Antioqueño.

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En absoluto silencio, de la manera más secreta posible, empezó su trámite una demanda gemela de la anterior para impedirles a los delegados de Nutresa y Argos participar en la elección de junta directiva de Sura.

La primera demanda, la que los privaría de elegir junta de Nutresa, fue presentada por la firma del hijo de Néstor Humberto Martínez, DLA Piper Martínez Beltrán.

La demanda gemela, para impedirles votar en la elección de Sura, fue presentada por el abogado Luis Eduardo Nieto en la Superintendencia de Sociedades.

La demanda incluye la petición que les voy a leer a continuación:

  • Solicitud urgente de reserva. Por la sensibilidad que el presente proceso puede tener respecto de la normal evolución de las reuniones asamblearias de Grupo Sura S.A. y, además, por tratarse de una demanda acompañada de solicitud de medida cautelar, respetuosamente le solicitamos al Despacho que la información asociada a este trámite se mantenga como reservada”.

En el escrito de demanda, la palabra “reservada” está en negrillas y subrayada.

La razón es esta el próximo viernes 31 de marzo, el grupo Sura tiene citada una asamblea a las 8:00 de la mañana para, entre otras cosas, habilitar a sus delegados para votar en la elección de la junta de Nutresa.

Pues bien, Jaime Gilinski quien, junto con sus aliados, ya tiene el 38 por ciento de Sura, le pidió al revisor fiscal citar otra asamblea pero a las 7:55 de la mañana. Es decir 5 minutos antes. La citación de Gilinski tiene un solo propósito: elegir nueva junta directiva para Sura.

Imagínense este escenario: la Superintendencia de Sociedades, que ha decidido todo de manera tan conveniente para los Gilinski, les otorga la medida cautelar antes del viernes.

Cinco minutos antes de la Asamblea citada por el GEA, los Gilinski votan sin socios más grandes y escogen una junta directiva obediente a ellos.

La asamblea del GEA, la de los 5 minutos después, no tendría ya ningún sentido.

Así, por un hábil movimiento ajedrecístico y jurídico, los banqueros Gilinski se quedarían con el control de Sura, incluyendo los delegados en las juntas de Nutresa y Argos.

En pocas palabras, ya podríamos estar cerca de la batalla final.

Lo que los señores Gilinski no lograron ganar en las OPA pueden estar a punto de conseguirlo por decisiones polémicas en la Supersociedades.

Lo que no pudieron los financieros, lo podrían alcanzar los abogados.

Lo más curioso es el absoluto silencio en el que marcha el proceso en la Superintendencia de Sociedades.

El doctor Luis Eduardo Nieto, en representación de las empresas de los Gilinski, advierte por escrito a la Superintendencia que ni las empresas del GEA, ni sus abogados, deben saber lo que está pasando. Les leo textualmente lo que pide:

  • “Hasta no se resuelva sobre la admisión de la demanda y el decreto de las medidas cautelares, de forma comedida se solicita que NO se les de acceso al expediente a ninguna de las demandadas y/o apoderados”.

Así es que todo marcha para que los agarren de sorpresa, con los pantalones en la mano, para que el viernes arranque un efecto dominó: con el control de Sura, controlarán Nutresa, con el de las dos anteriores controlarán Argos.

Ah, y lo más importante: con esta jugada, también se acercarían al control de Bancolombia porque el 46 por ciento de las acciones del banco son de Sura.

Un viejo pleito por el control del Banco de Colombia, que duró 11 años y que aparentemente había terminado hace 13, está reviviendo para que los señores Gilinski finalmente se queden con el banco más grande del país y, de paso, se conviertan en el mayor grupo económico de Colombia.

Una jugada maestra apalancada en el poder de una revista que compraron –muy barata– hace un poco más de tres años y que pagaron en cómodos plazos.

El proceso secreto con el que los Gilinski esperan sorprender al GEA