La pavimentación de la <b>carrera 15 entre calles 62, 63, 64, y 65 del barrio Santa Teresita en el municipio de Dosquebradas</b>, aparece como una <b>obra ejecutada en el año 2013</b>, momento en el que realizaba su primera administración el actual alcalde Diego Ramos, y realizada por medio de un sistema de autogestión comunitaria por un valor <b>superior a los 3.615 millones de pesos</b> que corresponde, únicamente, a la contratación de todos los materiales para la dicha obra que, según indicaron desde la administración, se realizaron durante el último periodo de 2013.Dicha obra, pese a que aparece como ejecutada en el papel, con <b>evidencias de contratos y compras de materiales, pago de asesoría jurídica y alquiler de maquinaria, nunca fue una realidad</b>, pues los mismos habitantes del sector, denunciaron que las calles del barrio Santa Teresita, nunca han sido pavimentadas y que el estado actual de las mencionadas vías, es deplorable.Este hecho, según el ciudadano y habitante del sector, Felipe Cardona Mayo, estaría refiriendo una<b> presunta malversación de recursos, pues la obra nunca se realizó</b>, pero aparece como ejecutada y los propietarios de las viviendas de la zona pagan impuestos de valorización sobre tal pavimentación.Señaló que esto constituye un hecho de corrupción por haber atentado contra el patrimonio público, por lo que <b>instauró una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación </b>contra el contratista de la obra, Jalil Abdala Idárraga y contra el exsecretario de Obras Públicas, <b>Oscar Herrera, quien en este momento se encuentra privado de la libertad </b>por concierto para delinquir, peculado por apropiación y otros delitos contra la administración pública.Se espera entonces, conocer<b> qué pasó con los más de 3.600 millones de pesos </b>que habrían invertido en esta obra de pavimentación que nunca se llevó a cabo pues en este momento <b>las calles del barrio Santa Teresita no tienen ninguna capa asfáltica, pero la administración si dio por ejecutado el contrato Nº 511 del 9 de agosto de 2013</b>, documento en el que plasmaron las presuntas compras realizadas, alquiler de maquinaria y hasta fotografías de la misma comunidad trabajando en la obra, pues uno de los objetivos era generar empleo a los habitantes de la zona, y fotografías de las calles pavimentadas, que, según lo evidenciado, son falsas.