Las ‘perlas’ que trae la ponencia de la reforma política para su quinto debate
Reelección por la puerta de atrás para los actuales congresistas y posibilidad de recuperar sus curules pese a renunciar para irse a otros cargos, entre los ‘micos’ que denuncian varios sectores.
Casa de Nariño. Foto: Colprensa.
Con el nuevo periodo de sesiones ordinarias que acaba de comenzar se reanudará también la discusión de la reforma política, un proyecto que ha sido la manzana de la discordia entre distintos partidos de la propia coalición de Gobierno.
Sin embargo, para el quinto debate vienen varias ‘perlas’ que empiezan a encender las alarmas, pues podrían significar beneficios para los actuales congresistas, es decir, estarían legislando en causa propia.
En contexto:
“Se acaba de confirmar que era puro cuento que el Gobierno Nacional quisiera promover la participación política de la juventud y de las mujeres porque la segunda vuelta de la reforma política, porque en la segunda vuelta de la reforma política el Gobierno mantiene el ‘mico’ que les permite a los actuales congresistas encabezar las listas de las elecciones legislativas de 2026″, cuestionó la representante Jennifer Pedraza representante de Dignidad y Compromiso.
Pedraza explicó que esto, en la práctica, significaría “garantizarles la reelección por otros cuatro años”, situación que calificó como “grave” y “un atentado a la democracia”.
Pero los reparos no llegan solo desde partidos de oposición e independientes. En Alianza Verde, que hace parte de la coalición de Gobierno, persisten las críticas.
Pero hay más. La W conoció que con otro de los artículos propuestos abriría la puerta no solo a que los congresistas puedan renunciar para irse a ocupar cargos en el Ejecutivo, sino que además tendrían la posibilidad de regresar a sus curules si se arrepienten.
Así las cosas, sin que haya iniciado el siguiente debate en la Comisión Primera del Senado, ya se empieza a desatar una fuerte controversia por esas propuestas que tendrían como autores a Roy Barreras, Fabio Amín, Ariel Ávila y Julián Gallo.
