Internacional

ONU califica la política rusa de traslado de niños ucranianos como crimen de guerra

Investigadores de Naciones Unidas afirman que es un crimen llevar niños ucranianos a zonas de Ucrania bajo el control de Moscú y Rusia.

Niña ucraniana, imagen de referencia | Crédito: GettyImages

En su primer informe redactado desde que Rusia inició su ofensiva contra Ucrania, el 24 de febrero de 2022, la Comisión de investigación de la ONU concluye que “las situaciones que examinó respecto al traslado y la deportación de niños, dentro de Ucrania y a la Federación de Rusia respectivamente, violan el derecho internacional humanitario y constituyen un crimen de guerra”.

Según Kiev, 16.221 niños fueron deportados a Rusia hasta finales de febrero de este año, pero la Comisión no pudo verificar esas cifras

Sin embargo, sí que señaló que responsables rusos tomaron medidas jurídicas y políticas relativas al traslado de niños ucranianos y que el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto en mayo de 2022 para facilitar la concesión de la ciudadanía rusa a algunos menores.

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Los investigadores también acusaron al gobierno ruso de haber cometido posibles “crímenes contra la humanidad”.

“La comisión constató que las oleadas de ataques realizados por las fuerzas armadas rusas desde el 10 de octubre de 2022 contra las infraestructuras energéticas ucranianas, y el recurso a la tortura por parte de las autoridades rusas podrían constituir crímenes contra la humanidad”, apuntó, recomendando que se abran investigaciones adicionales.

El grupo descubrió “un esquema de detención ilegal generalizado” en las zonas controladas por las fuerzas armadas rusas, contra varias personas, incluyendo mujeres y niños.

De las personas detenidas en esas “instalaciones especializadas” situadas en Ucrania y Rusia, algunas categorías eran sistemáticamente torturadas, según los investigadores.

Un ex detenido fue golpeado a modo de “castigo por haber hablado ucraniano” y por “no haber recordado la letra del himno de la Federación de Rusia”, indicó la Comisión.

Un tipo de tortura susceptible de “constituir crímenes contra la humanidad” que debería ser objeto de una investigación más profunda, apuntaron los investigadores en un comunicado.