Al Oído: El circo Aida Merlano y Nicolás Petro, ¿y la verdad?

En los últimos días Colombia ha tenido más entretenimiento político de lo normal, y es que bien dicen que ‘el pueblo paga por el circo que le dan’.

El recibimiento de Aida Merlano al país tras ser deportada desde Venezuela fue vergonzoso, por momentos parecía que se tratara de la llegada de una celebridad, tanto así que a quienes la recibieron solo les faltó pedirle un autógrafo. Sin embargo, lo que se robó el show fue lo que muchos dijeron a su llegada.

Uno de los comentarios más sorprendentes fue el del exsenador Gustavo Bolívar, quién comparó a Merlano con la protagonista de su novela ‘Sin tetas no hay paraíso’: “una joven de barrio popular cuya belleza se convierte en su maldición”, además de añadir que, sin su atractivo, su destino hubiese sido diferente. Una romantización más de corruptos y criminales.

Les faltó hacerle una calle de honor, ¿olvidaron que se escapó? Incluso muchos nos hemos llegado a preguntar, ¿por qué una rueda de prensa a una criminal?

Pero esto no fue todo, pues la ciudadanía en redes pedía que este nuevo espectáculo no hiciera olvidar todo lo que atraviesa hoy Nicolás Petro, el hijo mayor del presidente, quien también ha estado en el ojo del huracán por estos días.

El fin de semana Gustavo Petro tuvo una entrevista con la revista Cambio, en la que sorprendentemente se viralizó un dato sobre la crianza de su hijo: “Nunca tuvimos la oportunidad de convivir, no lo crié, es la realidad”.

Todos aplaudimos cuando el presidente pidió que investigaran a Nicolás, teniendo en cuenta su lazo sanguíneo, pero lo que revela esta entrevista es a un padre que trata de poner una barrera entre la relación que tiene con él, algo que habla más de Gustavo que de su propio hijo.

Recientemente expresó algo más en Twitter, fue contundente y explicó que como mandatario pide que se investigue y determinen responsabilidades respetando cualquier conclusión de la justicia. Esta situación le duele, como padre que es, y confía en que pueda demostrar su inocencia.

Y finalmente, por si fuera poco, mientras todo esto ocurre el ‘Clan del Golfo’ deja sin agua potable a la comunidad en medio del ‘paro minero’, la situación de inseguridad en muchas zonas del país cada día es más preocupante, mientras tanto nuestra fuerza pública se encuentra maniatada.

En medio de estas historias que parecen de telenovela, termino diciendo que muchas veces los victimarios se hacen las víctimas, y los corruptos se hacen los decentes y culpan a los correctos de sus faltas.