Actualidad

Exfiscal Mario Iguarán pide investigación contra directivas de Viva Air

Mario Iguarán interpuso una denuncia penal para que la Fiscalía investigue a directivas de Viva Air.

Mario Iguarán. Fotos Colprensa / Luisa González. / Luisa Fernanda González

El exfiscal Mario Iguarán interpuso una denuncia penal para que la Fiscalía investigue a directivas de Viva Air por el daño causado a miles de personas que están ahora atrapadas en diversos aeropuertos del país.

Los delitos por los que se interpone la denuncia son perturbación en Servicio de Transporte Público, colectivo u oficial, pánico, estafa, pánico económico y ofrecimiento engañoso de productos y servicios, contenidos en el Código Penal.

“Estas presuntas conductas, además, han generado un verdadero caos al interior del mercado aéreo nacional, derivando en consecuencias nefastas para el mercado del turismo que está directamente ligado a los viajes aerotransportados. Es claro que las conductas aquí denunciadas, constituyen una verdadera vergüenza nacional, sobre todo cuando el caos podía ser prevenido y evitado tomando las debidas acciones de mitigación de riesgos, en lugar de la emisión de decisiones apresuradas y posiblemente de mala fe, sin contemplar el bienestar, la vida o la salud de los viajeros”, dice la denuncia.

Dice el fiscal que el objetivo de la presente denuncia es emitir un alto a conductas que ponen en la cuerda floja todo un mercado, para que se produzcan consecuencias claras y drásticas para quienes tomaron las decisiones.

El exfiscal argumenta que se vendieron más de 5.000 pasajes a ciudadanos a lo largo y ancho del país, sin advertirles la posibilidad de esta ocurrencia dramática e irresistible para los usuarios.

Se constituye, por tanto, una probable mala fe de las directivas, que posiblemente incluso a sabiendas de las gravísimas consecuencias que acarrearía esta decisión para el transporte aéreo nacional y para sus propios (miles de) usuarios, decidieron en lugar de tomar medidas de acción inmediata para mitigar los riesgos seguir vendiendo pasajes aéreos el día 27 de febrero, que se tradujeron en un lucro para VIVA AIR, pero también (y sobre todo) en la tragedia de miles de pasajeros y familias colombianas, además de generar así un evidente caos al interior del mercado aéreo nacional”, menciona.

“Peor aún, para esa fecha, las reservas aéreas ascendían a más de 450.000, según la Superintendencia de Transporte. Nada se les dijo a quienes habían reservado, para que pudieran tomar acción y cancelar las reservas a tiempo (para ese momento siquiera se tiene conocimiento de la implementación de un canal de comunicación de emergencia tipo hotline para conjurar la situación de crisis); ni tampoco se contempló ningún mecanismo de devolución ágil del dinero, ni de compensación a los viajeros, mucho menos mecanismos de emergencia para atender a los viajeros en circunstancias extraordinarias a nivel clínico, O en condición de discapacidad vulnerabilidad”, agrega.