“Disidencias usan a Toribío como un centro de entrenamiento de menores”, Camargo
Las comunidades indígenas son las más golpeadas por esta problemática en el norte del Cauca.
Esta localidad es una de las zonas con más cultivos ilícitos en el país. Crédito: Colprensa.
El defensor nacional del Pueblo, Carlos Camargo, denunció que el municipio de Toribío en el norte del Cauca fue transformado por las disidencias de las Farc, estructura Dagoberto Ramos, en un centro de operaciones militares y financieras.
De acuerdo con Camargo, lo más crítico de la situación es que también la localidad es utilizada como lugar de concentración de niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento forzado en los municipios del norte del Cauca.
“Luego de un breve entrenamiento, los menores son incorporados a las diferentes subestructuras del Comando Coordinador de Occidente”, explicó el defensor.
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De acuerdo con el funcionario, es alto el riesgo para los más 37 mil habitantes de Toribío, en su mayoría indígenas, de los resguardos de Tacueyó, Toribío y San Francisco. Situación que fue advertida por la Defensoría del Pueblo a través de la alerta temprana 005 del 2023.
Además, dijo el defensor, que la vida diaria de esta población está sujeta a la voluntad de los grupos armados al margen de la ley que imponen sus normas bajo amenazas de muerte, que son proferidas a través de panfletos, donde además advierten que los vehículos no pueden transitar con los vidrios arriba y que los motociclistas no deben usar casco.
Esto sumado a las restricciones impuestas a los establecimientos públicos que no pueden expender licor en días de semana y se les exige cerrar a una hora determinada. Medidas que se confirman con la instalación de pasacalles, grafitis y pancartas y artefactos explosivos.
También son constantes los retenes ilegales acompañados de secuestros extorsivos y hurtos ejecutados por la estructura Dagoberto Ramos, salvaguardando la “Ruta de la Marihuana” o el “Triángulo de la Marihuana”, conformado, de acuerdo con del defensor del pueblo, por los municipios de Miranda, Corinto y Toribío, controlado por la estructura armada.
Finalmente, resaltó Camargo que esta es una de las zonas con más cultivos ilícitos en el país, epicentro de hechos violentos como masacres, homicidios selectivos, desplazamientos forzados y demás violaciones constantes a los derechos humanos.