Alia Trabucco sobre su libro de la dictadura en Chile: somos producto de esa herida

En la sección ‘Hay que leer’ de Contrarreloj, la escritora chilena Alia Trabucco se refirió a su nueva novela ‘La Resta’, en la que aborda la dictadura militar que vivió su país.

Trabucco narrará la historia de Felipe, Iquela y Paloma, hijos de exmilitantes, que viven atrapados en un pasado común: el de sus padres. “Entre los temas que abordo en este libro son las tremendas diferencias de clase, o el tipo de trabajo de una trabajadora doméstica”.

“La idea de cerrar una herida de una violencia sistemática cometida por el Estado no es algo que se cierre realmente, pero sí es algo en lo que se puede trabajar. Lo que hace la memoria es transformar ese material que es puro dolor y pura sangre en otra cosa, en comunidad y otros tipos de relato, y es lo que ha hecho buena parte de la literatura escrita por mi generación en Chile, después del inicia de la postdictadura y hasta hoy”, explicó.

En ese sentido añadió: “No se trata de cerrar una herida, se trata de volver a mirarla para entender cómo se relaciona con quienes somos en la actualidad, porque finalmente somos producto de esa herida”.

“El papel que ha tenido la cultura chilena ha sido uno curioso, incómodo de una especia de justicia vicaria”, manifestó.

Por otro lado, se pronunció sobre el personaje principal de su novela Stella, el cual tiene su origen en su libro anterior ‘Las homicidas’, “aquí hice una especie de relectura de casos emblemáticos de mujeres que cometieron asesinatos muy violentos en Chile”.

Precisamente uno de esos casos es el de una trabajadora doméstica que en los años 60 asesinó a los hijos de sus patrones, “yo abordé ese caso y cuando terminé de escribir el libro no podía dejar de pensar a dónde me podría llevar la construcción de un monólogo en primera persona de una trabajadora doméstica puertas adentro en el Chile contemporáneo, y empecé a partir del crimen trabajar en la subjetividad, en ese tipo de trabajo y para ver a través de los ojos de esa mujer esta familia supuestamente ideal”.

Por último, habló sobre el compromiso político de algunos escritores, “creo que la literatura puede ser tremendamente conservadora, puede ser un espacio de la mera reproducción de las normas y puede ser un espacio cómodo. La relación entre la política y la literatura es la incomodidad, desde los cuales se puede explorar cuestiones que no se pueden explorar y en ese sentido hay un vinculo muy fuerte entre literatura y en ese sentido de la política”.

“El papel de la literatura no es hacer justicia, pero sí puede hacer reflexionar. La justicia solo la puede hacer la justicia”, puntualizó.