Ministerio de Salud clasifica las EPS por nivel de riesgo financiero

El Ministerio de Salud tiene una clasificación de las EPS por el riesgo financiero y su capacidad de superviviencia.

La tabla clasificatoria hace parte de un documento de trabajo, elaborado por funcionarios del Ministerio y asesores externos, entre los que están miembros del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud.

El documento llamado “Reforma a la salud: Un desafío para la garantía del derecho fundamental” tiene 103 páginas y está fechado el 6 de febrero de este año, es decir cuenta con la información más actualizada sobre el estatus financiero de cada una de las Empresas Promotoras de Salud.

En la página 34 del revelador documento hay un capítulo titulado “Situación financiera de las EPS” y las clasifica por el nivel de riesgo alto, medio y bajo. También relaciona el número de usuarios que atiende cada una de las 22 entidades, las deudas que tiene con el sector, su estado financiero y la calidad de la atención que brindan a los pacientes.

Según el documento del ministerio, 7 EPS están en alto riesgo porque no cumplen con los estándares financieros y tienen niveles de endeudamiento que comprometen su viabilidad.

Las EPS peor calificadas según el Ministerio de Salud son:

1. Asmet SAS
2. Emsanar SAS
3. Savia Salud
4. S.O.S
5. Ecoopsos SAS
6. Capresoca
7. Comfachocó

Estas 7 empresas de alto riesgo tienen entre todas más de 7 millones de afiliados. Esto significa que el 14 por ciento de los colombianos inscritos en el sistema está afiliado a una EPS de alto riesgo. En lo financiero estas entidades no cumplen con los niveles de capital mínimo, patrimonio adecuado, ni régimen de inversiones.

Luego están clasificadas las Empresas Promotoras de Salud que, de acuerdo con el Ministerio, presentan un nivel de riesgo medio (que podrá llamarse medio pero también es muy grave) por sus condiciones financieras y su nivel de endeudamiento. En esta categoría hay tres empresas:

1. Famisanar
2. Capital Salud
3. Comfaoriente

Entre las 3 atienden a casi 4.5 millones de afiliados, siendo la más grande de ellas Famisanar con más de 3 millones. Las tres cumplen con el nivel de capital mínimo pero ni Famisanar, ni Capital Salud alcanzan el nivel de Patrimonio Adecuado, ni de régimen de inversiones.

Después vienen las EPS mejor calificadas porque, en general, cumplen con las exigencias financieras y tienen un nivel de endeudamiento manejable. Esas empresas, de acuerdo con el estudio del Ministerio de Salud, son:

1. Nueva EPS
2. Sanitas
3. Sura
4. Salud Total
5. Coosalud
6. Mutual SER
7. Compensar
8. Cajacopi
9. Caja de Compensación Familiar del Valle
10. Aliansalud
11. EPS Familiar
12. Salud Mía EPS

Entre todas estas EPS atienden a casi 36 millones de colombianos. Siendo la Nueva EPS la más grande de todas con 10 millones de afiliados, seguida por Sanitas con 5.7 millones y Sura con 5.1 millones.

Esta radiografía del sector fundamenta en buena medida la necesidad de la reforma.

Cuando hable con las EPS sobre la reforma, me dieron un argumento que debe ser tenido en cuenta: los últimos tres años fueron un período altamente atípico que perjudicó todos sus números y proyecciones por tres razones:

–Los años 2020 y 2021 se presentó la pandemia del Covid19 que exigió hospitalizaciones masivas y tratamiento de Unidad de Cuidados Intensivos sin precedentes.

–Como durante este tiempo se aplazaron cirugías y otros tratamientos por la necesidad de mantener equipos médicos y estructura hospitalaria dedicados a la atención de la pandemia, esas necesidades se represaron y estallaron durante 2022. Dicho de otra manera todas las personas que no habían podido operarse o hacerse atender durante los dos años del Covid llegaron masivamente el año pasado a reclamar esos servicios lo cual puso a prueba la capacidad financiera y de atención de las EPS

–El año 2022 tuvo dos índices que no estaban en la previsión financiera de las EPS, ni de nadie: El nivel de inflación sin precedentes en las últimas tres décadas y el encarecimiento del dólar en el segundo semestre del año pasado.

Sea como sea, el documento establece un diagnóstico muy complicado para el sector y retrata la inviabilidad práctica del actual sistema.

Unas personas hablan maravillas y otras pestes sobre el funcionamiento del sector salud en Colombia pero, política aparte, en la incontestable realidad de los números se ve bastante emproblemado porque un número importante de EPS vienen operando con pérdidas sostenidas, patrimonio negativo e incapacidad de pago de cuentas.