Un <b>paciente de Düsseldorf, Alemania</b>, se convirtió en el tercer caso del mundo confirmado de <b>curación de VIH </b>tras recibir un trasplante de células madre para tratar una<b> leucemia</b>, lo que acerca un poco más la posibilidad de <b>disponer de un tratamiento aplicable a gran escala.</b>El caso ha sido estudiado por el consorcio IciStem, coordinado conjuntamente por el University Medical Center de Utrecht de Países Bajos y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Badalona, España, centro impulsado conjuntamente por la Fundación La Caixa y <b>el Departamento de Salud de la Generalitat.</b>Se trata de un hombre, que prefiere <b>preservar su identidad,</b> al que se le retiró el tratamiento antirretroviral contra el VIH de forma supervisada tras someterse a un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide y, <b>cuatro años después, el virus no ha reaparecido.</b>El estudio, que publicó la <b>revista Nature Medicine</b>, ha demostrado la <b>ausencia de VIH</b> y de respuesta inmunológica contra este virus en el cuerpo del paciente a pesar de no recibir tratamiento durante cuatro años, unas evidencias que permiten certificar que es un <b>caso nuevo de curación.</b>Para tener un acercamiento sobre lo que supone ser un paciente curado de VIH, Adam Castillejo conocido como “el paciente de Londres”, el segundo caso de paciente con <b>VIH curado en el mundo, explicó en los micrófonos de La W</b> cómo fue este proceso de recuperación y, en su caso, cómo se dio la cura.En 2003, Castillejo recibió el<b> diagnóstico de VIH </b>cuando el tratamiento antirretroviral no estaba tan avanzado como en la actualidad, y en 2012 llegó un segundo golpe que, paradójicamente, fue el principio de una <b>solución al sida, aunque con diferentes complicaciones.</b>Castillejo fue diagnosticado en 2012 con un<b> linfoma de Hodgkin en fase 4 muy agresivo</b> un tipo de cáncer que afecta una parte del sistema inmunológico.“La recuperación del trasplante de médula es muy duro, nuestras curas han sido difíciles, pero exitosas. Actualmente me encuentro bien, pero <b>la vida lleva sus complicaciones después del trasplante</b>”, manifestó Adam.Reveló que en el 2003 cuando fue diagnosticado <b>le dijeron que tenía 10 años de vida “fue una sentencia de muerte</b> (…) el protocolo de ese entonces no era con medicamentos, hoy ha cambiado y me alegra que<b> se haya avanzado en el tratamiento antirretroviral”.</b>Así mismo se refirió al <b>trasplante de médula </b>al que se sometió y aseguró que es un <b>procedimiento muy riesgoso</b> y que, además, muchos médicos no lo aconsejan.“Las posibilidades de cura y sobrevivencia son muy bajas, <b>en mi caso era del 10%</b>. <b>No recomiendan que la población con VIH se someta a este trasplante. </b>Los laboratorios están buscando una cura diferente con la <b>tecnología genética</b> para lograr una cura más accesible y no tan riesgosa”.En la misma línea, explicó que para llevar a cabo este procedimiento médico debe haber <b>alguien genéticamente compatible que pueda donar la médula.</b>“<b>Renací cuando me hice el trasplante</b>, tuve que volver a aprender a comer y a caminar. Ahora tengo supervisión cada dos meses para chequear que todo esté bien. En esto <b>pasan años de recuperació</b>n, es largo e incluso hay pacientes que han tratado de replicar esta cura y <b>mueren en el proceso,</b> porque es demasiado riesgoso, no está hecho para <b>curar el VIH está hecho para curar el cáncer”, puntualizó.</b><b>Escuche la entrevista completa: </b>