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Carlos Lehder: “Lorena Salazar está suplantando mi identidad y eso es un delito”

En diálogo con La W, Carlos Lehder, exnarcotraficante colombo-alemán y cofundador del Cartel de Medellín, se pronunció sobre el libro ‘Mis manos en el fuego por Carlos Lehder’ de la escritora Lorena Salazar.

Carlos Lehder: “Lorena Salazar está suplantando mi identidad y eso es un delito”

La escritora ecuatoriana Lorena Salazar conversó con La W a propósito del libro ‘Mis manos en el fuego por Carlos Lehder, publicado a su nombre.

Según la escritora, su obra aborda “aspectos sociales, políticos y culturales que se desarrollan en espacios geográficos e históricos alrededor del protagonista (…) desde una mirada crítica, al denunciar actos de corrupción de los gobiernos de turno, de la clase oligárquica, las élites globalistas, las fallas de la justicia y las autoridades caracterizadas por abusos de poder en beneficio propio”.

Salazar aclaró a este medio que, si bien no tuvo contacto directo con Lehder en medio de la investigación, sí conoció testimonios a su alrededor e incluso tuvo la oportunidad de conversar con Mónica Lehder, hija del exnarco.

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“Mi expareja lo conoció en persona, trató con él (…) estuve tratando de contactarme con él (Lehder) para que me autorizara (...) pedí a Mónica Lehder que le dijera a su papá que yo estaba escribiendo el libro”, indicó.

Posteriormente, Julio Sánchez Cristo y W Radio conversaron en exclusiva con Carlos Lehder, quien advirtió que el libro es una “estafa” para los lectores.

Quien fuera uno de los cofundadores del Cartel de Medellín advirtió que Salazar está “estafando a las librerías y lectores colombianos a través de este fraude literario”. Por esa razón, puso la situación en conocimiento de su abogado para que tome las acciones legales que procedan.

Lehder también contó: “Tengo un contrato con una productora de documentales y estamos trabajando en uno que posiblemente sale antes de diciembre. Ese contrato cubre que no debo tener relaciones públicas con nadie sin consultarles”.

Además, aseguró que nunca ha tenido contacto con la escritora ecuatoriana: “Jamás he conocido ni tengo relación alguna con la escritora Lorena Salazar (...) gráfica y explícitamente ella me expone como dueño del libro, porque en la propaganda dice: cómpreme mi libro”.

En respuesta, Salazar defendió su publicación: “Voy a defender mi posición porque he hecho las cosas bien. La página de Facebook se llama así (...) en ningún momento he suplantado su nombre”.

Escuche la entrevista completa al exnarcotraficante Carlos Lehder y la escritora Lorena Salazar.

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¿Quién es Carlos Lehder?

EFE

Carlos Lehder nació en 1949 en Armenia, Quindío.

Su andadura en el mundo del crimen comenzó en Estados Unidos, a donde viajó con su madre cuando tenía 15 años, y posteriormente comenzó a enviar pequeñas cantidades de marihuana hacia Canadá.

Con el paso de los años Lehder se convirtió en uno de los mayores capos del narcotráfico al enviar en aviones toneladas de cocaína a Estados Unidos.

Tenía haciendas en Colombia, principalmente en el centro del país y en los Llanos Orientales.

En una de esas propiedades, llamada La Posada Alemana, Lehder, muy aficionado a la música de The Beatles, mandó instalar una estatua de uno de ellos, su ídolo John Lennon, representado desnudo, con una guitarra en las manos y un casco alemán de la II Guerra Mundial.

Además de los bienes que tenía en Colombia, Lehder también compró propiedades en Estados Unidos y Brasil e incluso fue dueño de Cayo Norman, una isla en las Bahamas que usaba como escala para sus envíos de droga y que le fue confiscada por las autoridades de ese país.

Informaciones de prensa de la época indican que en esa isla Lehder construyó una pista de aterrizaje que era custodiada por hombres fuertemente armados y con perros.

En 1978, en el auge de su poder, le ofreció al entonces presidente de Colombia, Alfonso López Michelsen, pagar la deuda externa del país a cambio de un espacio libre para el tráfico de drogas.

Sin embargo, su imperio se vino abajo en 1987 cuando fue detenido y extraditado a Estados Unidos, en donde cumplió parte de su condena en una celda que estaba cinco pisos bajo el nivel del suelo.