Atentado El Nogal, ¿cómo va el caso tras 20 años del carro bomba? Historia y más
Este 7 de febrero se cumplen dos décadas del atentado ocurrido en el Club El Nogal de Bogotá que dejó 36 muertos y más de 180 heridos. El antiguo Secretariado de las FARC ha reconocido su responsabilidad, pero hay víctimas que sigue esperando respuestas.
Colombia
Este 7 de febrero de 2023 se conmemoran 20 años del atentado terrorista de las Farc contra el club El Nogal, un crudo episodio que marcó la historia del conflicto armado en el país.
Esa noche, que ocurrió en un viernes como cualquier otro en el que se desarrollaban actividades de negocios y de esparcimiento en el club, murieron 36 personas y más de 180 resultaron heridas.
Veinte años después, los miembros del antiguo secretariado de las Farc ya han reconocido su responsabilidad en este episodio y, en consecuencia, han ofrecido disculpas en diferentes espacios.
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Sin embargo, existe un sector de las víctimas que aún reclama respuestas y justicia por este hecho. Este es el caso de la empresaria Bertha Lucia Fríes, líder de los afectados por el atentado, quien ha planteado una serie de interrogantes en torno al episodio: “¿Quién abrió la puerta? ¿Quiénes estaban adentro? ¿Quiénes fueron los cómplices? ¿Qué había allí? ¿Quiénes son los responsables adicionales? Ya sabemos quién puso la bomba, pero hay otros responsables por acción u omisión”.
En 2022, Fríes contó que durante ocho años quedó incapacitada tras el atentado:
“Solo podía mover tres dedos, tuve que volver a aprender a caminar, aprender a moverme. Después de dedicarme a la reconciliación, siento que vivo más tranquila y feliz a pesar de que más de uno me ha señalado (…) ahora estoy escoltada y amenazada por buscar la verdad”.
¿En qué va el caso por el atentado al Club El Nogal?
En marzo del 2017, tras la firma del Acuerdo de Paz en La Habana, el antiguo Secretariado de las Farc aceptó públicamente su responsabilidad en el atentado después de haberlo negado durante 13 años.
A su vez, las investigaciones adelantadas permitieron señalar a Hernán Darío Velásquez, ‘El Paisa’, en aquel entonces comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero de las Farc, como autor intelectual del crimen.
También se determinó como autores materiales al fallecido John Freddy Arellán, profesor de squash y quien habría entrado el carro bomba al club, y su tío Oswaldo Arellán, eslabón directo con la Teófilo Forero.
En febrero de 2022, cuando se conmemoraban 19 años del atentado, el excomandante de las Farc Rodrigo Londoño y Bertha Fríes se reunieron para reflexionar sobre este episodio violento en el marco del acuerdo de paz.
A su vez, las víctimas del atentado al Club El Nogal solicitaron a la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, que priorizara el hecho dentro del macrocaso número 10 denominado ‘Crímenes no amnistiables cometidos por miembros de las extintas Farc-EP por causa, con ocasión, o en relación directa o indirecta con el conflicto armado colombiano’.
De esta forma, el tribunal llamará a versión a las estructuras de las antiguas Farc que pudieran haber estado implicadas en el hecho.
La magistrada Julieta Lemaitre, relatora del Caso 10, se pronunció al respecto: “Desde que abrimos el caso, hemos estado con el equipo de analistas revisando todos los informes recibidos en marzo del año pasado (2022). Continúa el análisis de estos informes. Al mismo tiempo, avanzamos en el diseño de la gestión judicial, es decir, estructurando los equipos que van a adelantar las tareas judiciales del caso”.
¿Hubo responsabilidad del Estado?
Otro asunto que, para las víctimas del atentado, no está resuelto, es si el Estado tuvo alguna responsabilidad en lo ocurrido.
El pasado mes de noviembre, el Consejo de Estado dictaminó que la Nación no estaba obligada a indemnizar a las víctimas del atentado porque no fue un hecho previsible.
En esta línea, argumentó que, si bien se tenían reportes de planes guerrilleros para atentar contra lugares emblemáticos en Bogotá, El Nogal no estaba identificado como uno de estos.
Así se pronunció el Consejo de Estado: “No se allegaron pruebas –conforme a lo probado– que acreditaran que el atentado contra el Club El Nogal era previsible. Antes de la ocurrencia del acto terrorista no se presentaron amenazas concretas contra el Club El Nogal, sus socios o empleados. No era posible para la fuerza pública prever que grupos ilegales actuarían en contra de la población civil en un establecimiento privado”.