Por varias razones es muy importante la sentencia de la Corte Constitucional desfavorable para el galardonado director de cine Ciro Guerra y favorable a las periodistas <b>Catalina Ruíz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño.</b>Primero, porque por <b>sentencia establece que las periodistas no desconocieron los derechos fundamentales de Ciro Guerra</b> y que tenían derecho a informar acerca de las denuncias de 8 mujeres, a pesar de que el señor Guerra no ha sido condenado ¬–ni siquiera vinculado¬– a ningún proceso por acoso sexual o abuso sexual.Segundo, <b>porque los magistrados Diana Fajardo, Jorge Enrique Ibáñez y Alejandro Linares; establecieron que es legítimo que las presuntas víctimas de este tipo de delitos</b> opten por mantener anónimos sus nombres para evitar ser revictimizadas. Reivindica la Corte el derecho de las mujeres a conservar la reserva de su identidad en virtud de los principios constitucionales de dignidad humana y no discriminación.Y tercero, y esto es quizás un comienzo de jurisprudencia determinante para la libertad de prensa, la Corte Constitucional reprocha un abuso del derecho por parte del director de cine Ciro Guerra y lo define como acoso judicial. <b>La sentencia señala que es acoso cuando alguien trata de usar el derecho para silenciar las expresiones en su contra</b>, disfrazándolo de la defensa de la honra o el buen nombre. En especial cuando lo que se dice reviste interés público.Aquí debo contarles a ustedes que hace un tiempo las periodistas de Volcánicas me invitaron a discutir con ellas y editar periodísticamente la segunda versión del artículo sobre las denuncias contra el director Ciro Guerra. El trabajo de un editor consiste en buscar vacíos en la investigación, revisar los hechos y determinar si la presentación final responde a lo encontrado por los reporteros (en este caso las reporteras). <b>El reportaje está rigurosamente hecho.</b>Quise que el señor Ciro Guerra estuviera para conocer sus impresiones sobre esta sentencia de la Corte Constitucional,<b> pero a esta hora no he recibido respuesta suya</b>. Esta y otras invitaciones periodísticas que le he hecho en el pasado las ha declinado como es su derecho.Quien sí nos acompañó es Catalina Ruíz-Navarro, <b>de Volcánicas medio de comunicación feminista que publicó las denuncias iniciales.</b>“Tenemos un contacto muy cercano con las fuentes. <b>Las pretensiones con los procesos legales es una forma de persecución judicial contra las víctimas </b>porque estábamos siendo forzadas a revelar nuestras fuentes”, dijo.“Ellas están muy tranquilas y les agradecemos su valentía por dar el paso. A la Corte por hacer esta sentencia tan hermosa”, agregó.Asimismo, <b>mencionó si algunas de las mujeres han considerado una denuncia formal contra Ciro Guerra.</b>“<b>Lo consideran, pero prefirieron irse con la denuncia periodística</b>. No sé si en algún momento emprendan una denuncia penal, depende de cada una de ellas”, aseguró.Además, destacó que “estas no son denunciantes anónimas, son personas de carne y hueso. Que ellas no quieran pasar por una revictimización pública no quiere decir”.Las abogadas Ana Bejarano Ricaurte y María Camila Correa Flórez, de El Veinte una organización jurídica creada para defender la libertad de prensa, llevaron la representación de las periodistas de Volcánicas que culmina con esta sentencia que seguramente tendrá consecuencias en otros procesos que evidencian el uso y abuso del poder judicial para acallar las voces críticas.