El detrás de cámaras de la salida del presidente de Ecopetrol
Un miembro de la junta le comunicó a Felipe Bayón que el presidente Petro quería un cambio en la dirección de la empresa.
Desde octubre del año pasado cada vez que se citaba la junta directiva de Ecopetrol, un rumor precedía la reunión: “Esta vez sí habrá cambio de presidente”.
El repetido preámbulo resultaba imortificante para el presidente Felipe Bayón pero algo tenía de verdad. Aunque el presidente de Ecopetrol es designado por la junta directiva y solo por ella puede ser removido, el presidente de la república siempre tiene algo que ver con el nombramiento del gerente de la principal empresa del país.
El miembro de junta directiva más cercano al presidente Gustavo Petro es Saúl Kattan quien preside esa junta y desde el año pasado venía conversando con Bayón sobre su salida.
Todo el mundo quería una transición profesional y sin turbulencias.
Según una fuente consultada por el reporte, las conversaciones siempre transcurrieron de manera cordial y respetuosa. Kattan le decía que pensar en la sucesión era necesario pero no apremiante y Bayón mostraba la mejor disposición reiterando, eso sí, que esperaba que se le diera un trato comedido y digno y que la empresa honrara los compromisos que tiene con él.
En Ecopetrol opera el Comité de Compensación, Nominación y Cultura que entre sus funciones determina la política de retención del talento y remuneración de la alta gerencia.
Esto en términos simples significa que la compensación del presidente de Ecopetrol tiene un componente fijo, que es el salario, y uno variable compuesto por bonos y compensaciones extrasalariales.
El doctor Bayón, sin importar los vientos de la política, ha sido uno de los mejores presidentes de Ecopetrol, ha conducido la transformación de la compañía diversificando sus ingresos haciéndola menos dependiente del incierto precio internacional del petróleo y ha entregado resultados históricos de utilidades.
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Eso es bueno para el país, bueno para los gobiernos y de paso tiene que ser bueno para el presidente de Ecopetrol que recibe unos bonos de compensación por cumplimiento y sobrecumplimiento de metas.
La relación de Ecopetrol y su presidente con el gobierno es un poco curiosa porque funciona como una sociedad anónima y sus estatutos consagran “vinculada al Ministerio de Minas y Energía”
En la práctica la presencia en la junta no la tiene el Ministerio de Minas sino el de Hacienda.
El Gobierno corporativo depende más del viceministro técnico de hacienda que de la ministra de Minas.
Todos hemos visto la controversia de los últimos días sobre las cifras de reservas de petróleo y gas que entregó la ministra de minas Irene Vélez y que para muchos no fueron técnicamente calculadas porque, según algunos análisis, revuelve manzanas con peras.
La ministra, según una fuente informada, invitó al presidente de Ecopetrol a acompañarla en su presentación del informe de reservas, invitación que Bayón declinó amablemente. Quizás porque no quería avalar con su presencia esos números.
Es difícil saber si eso aceleró o no la salida del presidente de Ecopetrol pero lo cierto es que coincidió con la junta directiva del miércoles. Al final de la sesión, Felipe Bayón pidió que se quedaran en la reunión únicamente los miembros de junta y dos altos ejecutivos: la vicepresidenta de asuntos corporativos María Paula Camacho y el vicepresidente jurídico Fernán Bejarano.
Allí contó que su decisión no era propiamente una renuncia (Esto es clave porque si se tratara de una renuncia perdería parte de la compensación que justamente se ha ganado) y reveló que había venido hablando con Saúl Kattan sobre su retiro.
Contó que tenía listo un comunicado anunciando que estaría al frente de la compañía hasta finales de marzo, es decir terminando el primer trimestre del año evaluable para resultados, y que podían contar con él para una transición armónica.
El anuncio fue sorpresivo para la mayoría de los miembros de junta que si bien sabían que esto podía pasar, no sospechaban que fuera a suceder esta semana.
Unánimemente destacaron la labor de Bayón y le agradecieron su gestión.
Ahora, sigue la elección del sucesor, una función que estatutariamente le corresponde a la junta directiva y no al Gobierno, para lo cual es posible que contraten un head hunter, una empresa internacional de caza talentos.
Caza talentos o no, el presidente Gustavo Petro tiene dos candidatos en mente: El primero es el exgerente de su campaña presidencial Ricardo Roa, ingeniero mecánico de la Universidad Nacional, que ha sido gerente de la Empresa de Energía de Bogotá, presidente de la Transportadora de Gas Internacional, TGI, y gerente de la Empresa de Energía de Honduras.
El otro candidato es Saúl Kattan, economista de la Universidad de los Andes, exgerente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB, y el encargado de comunicarle al presidente Felipe Bayón su inminente separación de la empresa.