El misterio del Conpes para comprar aviones militares que se venció

La víspera de Navidad: una fuente enterada sobre el proceso de adquisición de los aviones militares me alertó sobre el posible vencimiento de los fondos aprobados por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) durante el gobierno de Iván Duque.

Era sábado y 24 de diciembre, a la gente hay que dejarla descansar, pero el tema era tan grande que decidí mandarle un whatsapp al señor ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en estos términos:

-Señor ministro que vergüenza molestarlo en esta fecha. Es una simple pregunta ¿Se vence algún plazo Conpes que obligue al gobierno a tomar la decisión de la compra de los aviones en estos días? De antemano, mil gracias por su ayuda.

La respuesta del ministro Ocampo fue corta y clara:

- Que yo sepa, no.

Lo curioso es que una semana después, el 2 de enero, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció que la compra de los aviones se había caído porque el Gobierno no había logrado cerrar un acuerdo con algún proveedor antes del 31 de diciembre cuando expiraba la vigencia del Conpes de Duque.

Es difícil pensar que el ministro de Hacienda no tuviera esa fecha clara, pero ustedes ya vieron lo que me respondió una semana antes.

Lo cierto es que la cifra aprobada por el Conpes de Duque de 650 millones de dólares coincide con el valor de la oferta danesa, cuya aprobación también le interesa al Gobierno de Estados Unidos.

Los daneses ofrecen aviones usados F-16 fabricados por Estados Unidos y que de acuerdo con la oferta tienen entre 30 y 40 años de vida útil.

Al mismo tiempo Dinamarca le compraría a Estados Unidos aviones nuevos F-35.

El Gobierno Petro dijo a finales del año pasado que le gustaba la propuesta de Francia, que es la más cara, y que se pagaría toda con vigencias futuras. En otras palabras que se le dejaría la multimillonaria deuda al próximo gobierno y, eso sí, a los mismos contribuyentes.

El exministro de Defensa Gabriel Silva escribió un completo análisis para Cambio que resitúa la discusión. No se trata de cuál es la mejor propuesta sino de evaluar si realmente Colombia necesita aviones de combate.

Los aviones caza no sirven ni para la lucha contra el narcotráfico, ni para operaciones contra la guerrilla o las disidencias.

La verdad es que las páginas doradas de la aviación militar no la han escrito los costosos aviones KFir, ni los Mirage que los antecedieron. Son más bien los modestos aviones fantasmas, vetustos aparatos reconstruidos con técnica criolla, los helicópteros BlackHawk, los aviones tucano y los A 37.

Buscando el palmarés de los KFir, salta a la vista que la última acción memorable que tuvieron fue ya hace casi dos años.

El 19 de abril del año 2021 un avión de inteligencia ruso que tenía permiso de Colombia para sobrevolar su espacio aéreo, entró por unas coordenadas distintas a las autorizadas. Dos KFir alcanzaron la aeronave rusa y por radio le pidieron al piloto salir del espacio aéreo de Colombia, orden que cumplió de inmediato.

Es decir desde hace 20 meses no se ha necesitado un Kfir para nada.

El mismo comunicado de la Fuerza Aérea que alaba la interdicción del avión ruso, de esa época, señala que un episodio parecido se presentó en 2020, otro en 2019 y otros en 2013.

5 episodios donde fue necesaria la participación de los Kfir en 8 años. Lo demás son revistas aéreas y pago de 90 millones de pesos por hora de vuelo de cada avión.

¿Necesita Colombia ese tipo de aviones? Es razonable que un país con tantas necesidades sociales se gaste media reforma tributaria en comprar aviones caza solo para mostrarle los dientes a Venezuela.

Quizás a este punto valga más la pena proponerle a Venezuela un acuerdo de desarme o por lo menos un alto en la carrera armamentista entre vecinos que empobrece a dos países llenos de necesidades y que, en cambio, enriquece a los vendedores de armas y a sus intermediarios legales e ilegales.