Desde que llegó a <b>San José del Guaviare</b> hace más de 7 años y vio <b>“niños y niñas de 4 y 7 años descalzos buscando comida entre un tarro de basura en la mitad del parque central</b>”, ha intentado garantizar un mínimo vital para que estos menores tengan una vida digna.“Se volvieron como paisaje”, asegura María Eugenia, criticando <b>la falta de acción por parte de las autoridades frente a la precaria situación </b>de la infancia en San José del Guaviare.Por esa razón creó la fundación que hoy dirige y que, con mucha dificultad,<b> logra albergar a 13 menores de edad de las comunidades Jiw y Nukak. </b>Casa Taller Centro del Corazón garantiza un entorno protector para estos menores que han sido -o son- comercializados por sus padres por dinero o chicha, bebida alcohólica tradicional de la zona.María Eugenia reconoció que la comunicación con el ICBF ha sido difícil. “A pesar de que existe una oficina de la entidad, estuve preguntando, indagando, pero me dicen que no es tan fácil, que se sale de las manos, que la cultura”. Aunque no dio nombres, <b>afirmó que hay intereses oscuros que se benefician de estos menores hambrientos, lo cual dificulta la labor de su fundación.</b>Semanalmente, <b>las autoridades reciben 4 denuncias de menores abusados sexualmente por adultos </b>en la zona de tolerancia la Vía 40 en la capital del Guaviare.A pesar de las alarmantes cifras,<b> la dirección regional del ICBF no tiene personal para atender la situación.</b>El presidente Gustavo Petro anunció el desplazamiento de una comisión del ICBF a territorio a pesar de que la entidad ya había anunciado que estaban en la capital del departamento.Escuche la entrevista completa a continuación: