Fue un verdadero sacrificio. Aguantar el tono monótono del <a href="https://www.wradio.com.co/2022/10/14/los-multiples-errores-de-la-fiscalia-en-las-audiencias-del-caso-de-alvaro-uribe/" target="_blank"><b>fiscal Javier Cárdenas</b></a> sumado al <b>deficiente trabajo técnico</b> que hizo su equipo fue una verdadera prueba de constancia y resistencia.Ayer 24 de noviembre, por ejemplo, se tomó horas y horas en <b>probar algo que nadie disputa</b> y que no necesitaba prueba.Se trata de un encuentro del entonces senador Álvaro Uribe con el<b> paramilitar desmovilizado Harlinton Mosquera</b> en un acto de campaña en Pacho, Cundinamarca.Ni las víctimas, ni nadie, discuten la veracidad de la reunión narrada por el propio expresidente.Sin embargo, el fiscal Cárdenas se solazó <b>quemando cuatro largas horas de la audiencia</b> para que hablaran extensamente de la reunión que duró cinco minutos el paramilitar, el asistente legislativo del senador Uribe que lo llevó a la camioneta para que conversaran, el jefe de seguridad que estaba sentado en la banca de adelante, el otro miembro de la UTL que recibió una llamada reportándole la reunión y el imputado Uribe.Que si la camioneta estaba estacionada o si se estaba moviendo mientras hablaban, que si requisaron al paramilitar antes de subirse. Todos, absolutamente todos, <b>son detalles irrelevantes para el caso</b>.Ya entrados en gastos, el fiscal Cárdenas quiso incluso absolver a Uribe de cualquier participación en la <b>creación del Bloque Metro de las llamadas Autodefensas</b>, olvidando que este proceso no es sobre ese asunto sino acerca del presunto soborno de unos testigos y el eventual fraude procesal.En medio del sopor, porque la siesta se tomó la audiencia en muchos momentos de estos sufridos nueve días, al fiscal Cárdenas le alcanzó el agua lustral incluso para <b>absolver al “abogángster” Diego Cadena</b> a quien la Fiscalía tiene listo para llamar a juicio por soborno por las mismas pruebas que Cárdenas negó ayer.Por sí y ante sí, y sin tener competencia para ese caso, el fiscal/defensor terminó diciendo que los pagos al <b>paramilitar Carlos Enrique Vélez </b>hechos a familiares suyos y a una trabajadora sexual realmente eran ayudas humanitarias del buen Cadena.Lo más chistoso de esto es que unos minutos antes, quizás en medio de uno de los motosos del respetable, la propia hermana y en la práctica madre del paramilitar Vélez había dicho que contrariaba toda lógica que fuera el<b> abogado el que le pagara al preso</b> y que así se lo dijo a Vélez.El fiscal Javier Cárdenas todo el tiempo trató de presentar las pruebas con un<b> ángulo favorable al expresidente</b>, pero varias veces se le colaron algunas que no le convenían.Por ejemplo, dejó claro –eso sí, pasando en vuelo supersónico sobre la evidencia– que Diego Cadena le avisó a Álvaro Uribe que también estaba <b>buscando favores jurídicos para el paramilitar Vélez</b>.Cadena fue grabado haciendo esta gestión ante el fiscal especializado Álvaro Rodríguez para que le diera beneficios al declarante a cambio de<b> entregar unas armas escondidas</b>.Es decir, <b>a Vélez no solamente le dieron plata</b>.El fiscal Cárdenas, cuyas transcripciones amañadas ya habían sido puestas en evidencia por una investigación de La Silla Vacía, esta vez terminó <b>presentando únicamente en audio</b> varias declaraciones grabadas originalmente en video.Algunos sintieron la <b>edición en esos elementos </b>materiales probatorios cuando uno de los representantes de las víctimas y la propia juez pidieron aclarar si las declaraciones habían sido editadas.El fiscal, cómicamente, anotó que no habían sido editadas, sino<b> simplemente cortadas</b>. Les ruego que lo oigan:No han sido editadas, solamente cortadas.Ese fue uno de los puntos más altos de esta comedia del absurdo en el que la <b>Fiscalía y la Procuraduría han hecho causa común</b> con la defensa del expresidente Uribe y en contra de las víctimas.Esas víctimas empezarán a hacer uso de la palabra el lunes 5 de diciembre.