Tras todo el ruido que ha generado la llegada de Brasil a Doha, donde la ‘Canarinha’ espera añadir la sexta estrella a su camiseta, llega su debut mundialista ante una Serbia que es vieja conocida de los brasileños, no solo por verse las caras en Rusia, sino por lo vivido hace siete años en el Mundial sub-20.En ese campeonato los balcánicos sorprendieron a la generación de Gabriel Jesús en la final y la privó de un título que hubiera sido el sexto de Brasil en esa categoría y con el que hubiera igualado a Argentina.El poder en ataque de los brasileños asusta, pero también conlleva dudas. Tite tiene que elegir entre una terna de delanteros que ya querrían muchas selecciones y esto conlleva decisiones. El técnico duda por optar entre Vinícius Júnior, la opción ofensiva, y algo más conservador, como tirar de Lucas Paquetá.Una filtración del portal “Globoesporte” ayuda a pensar que será Vinícius, pero el potencial arriba de los serbios y la tendencia defensiva de Tite puede virar la decisión hacia Paquetá. El resto de las dudas son menores; en el centro del campo el elegido será Fabinho, por encima de Fred, para acompañar a Casemiro, y en el centro de la defensa ganan la partida Thiago Silva y Marquinhos a Éder Militao, que se tendrá que conformar con el banquillo.Richarlison, muy del gusto de Tite y ya recuperado de la lesión muscular que amenazó con apartarle del Mundial, arrancará arriba, escoltado por la estrella, Neymar, y Raphinha. “Nos impresionó desde el primer minuto sobre el césped”, expresó Tite.Ahora es momento para que la ‘Canarinha’ confirme todas las expectativas que hay puestas sobre sus hombros y que, tras cuatro decepciones consecutivas en Mundiales (2006, 2010, 2014 y 2018), es el momento de rejuvenecer la gloria de 2002 y dar la sexta estrella a un país que la anhela desde hace veinte años.