Padre de joven denuncia presunto abuso sexual en sistema de transporte en Bogotá
Denunció que en un principio la Policía no atendió a su hija porque “no había denuncia”.
Bogotá
‘Andrés’, padre de una joven de 18 años, habló en W Fin de Semana sobre el presunto abuso sexual que sufrió su hija cuando se desplazaba en un bus híbrido por la carrera Séptima en Bogotá.
“Mi hija se bajó en Museo Nacional para abordar el híbrido C84 que va hacia Suba, más menos a la 1:00 de la tarde. Ella abordó, se sentó en los puestos de atrás e iba lleno. Sospechó porque veía la mirada de un malhechor moreno, con bigote y acento costeño o venezolano”, señaló.
“Cuando las personas se van bajando ella quedó sola. El conductor no se dio cuenta de la situación. Él se sentó y la abordó, ella le pidió que no hablara, pero él le sacó un cuchillo y la agredió sexualmente”, agregó.
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Posteriormente, mencionó que una mujer que se subió al bus le ofreció ayuda: “Ella tenía que bajarse en la 11 con 76 porque la universidad le queda cerca. La atendió una chica que se subió al bus”.
No obstante, aseguró que cuando su hija fue a un CAI para que las autoridades tomaran medidas, un uniformado de la Policía, del que no saben el nombre, no la atendió “porque no había denuncia”.
“Le dije que fuera al CAI más cercano, el de la carrera 77 con 11. Resulta que la llamé y no estaba allí sino en la plazoleta. Me dijo que los policías no la atendieron porque no había denuncia (…) Me desplacé y los insulté, les dije que cómo podía ser que no tomaran acciones; me respondieron que me tranquilizara. Como padre estaba muy salido de contexto”, mencionó.
Contó que tras esto sí le prestaron atención al caso e incluso se activaron los diferentes planes de las autoridades cuando ocurren casos de abuso sexual.
“Llegó una teniente y la llevaron a un hospital, se activó el Plan Púrpura. Cualquier denuncia deben ponerle atención y la reacción debe ser inmediata. El agresor está tranquilo y campante”, dijo.
Finalmente, comentó que tras varios días su hija está bastante afectada, pues llora y no desea volver a la universidad.
“Mal. Nosotros nos dirigimos a la Clínica del Country, la mejor atención, pero ella llora, no está tranquila, no quiere volver a la universidad. Estamos trabajando en un proceso psicológico y espiritual”, concluyó.