Presidente de ETB, Sergio González, responde denuncias del concejal Diego Cancino
Habla de la pérdida de más de medio billón de pesos de la compañía y de la asesoría de Delta Partners.
Presidente de ETB, Sergio González, responde denuncias del concejal Diego Cancino
Colombia
En las últimas horas, el presidente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), Sergio González, ha expresado públicamente su disgusto por las denuncias que aquí hizo el concejal Diego Cancino.
Un resumen de esas denuncias indica que, en el año 2013, la ETB decidió meterse en el mercado de los teléfonos móviles porque la estaba dejando atrás el “tren” de la tecnología. Para ello, se asoció con Colombia Móvil (que es Tigo) para participar en la subasta de una de las bandas más apetecidas.
Para esa época, el vicepresidente de Estrategia y Desarrollo de la ETB era Sergio González, su actual presidente.
Las proyecciones de ese negocio eran muy buenas y señalaban que, en 2019, la ETB tendría el 10 por ciento de ese mercado. Pero la realidad es que ese año terminó con el 0.5 por ciento. Es decir, casi 20 veces menos de lo esperado.
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El concejal Cancino señala que para 2022, este año, se esperaba que la ETB tuviera ingresos de 4.5 billones de pesos por este concepto y utilidades de 2 billones de pesos. Pero, lastimosamente, ha sucedido lo contrario. El negocio de móviles, dice el concejal citando cifras de la Comisión de Regulación de Comunicaciones, ha dejado 612.000 millones de pérdida entre el año 2014 y el 2021.
A la ETB le ha ido mal, pero a su socio Tigo (Colombia Móvil) le ha ido bien. Aumentó sus abonados celulares de 8 millones en 2014 a 11.6 millones en 2019. También crecieron sus ingresos que pasaron de 900.000 millones en 2012 a casi el doble: 1.6 billones en 2021.
Es justo preguntarse por qué al socio público ETB le ha ido tan mal, mientras que al privado Tigo le ha ido tan bien.
El concejal Diego Cancino señala que, por estas pérdidas, debe responder el hoy presidente de la ETB, Sergio González, quien estructuró el negocio hace ocho años como vicepresidente. También debe responder la firma de consultoría Delta Partners que asesoró a la ETB en varios asuntos, especialmente en este del negocio de los móviles.
En estos micrófonos, el concejal aseguró que Delta Partners recibió 81.000 millones de la ETB y, de esos, $66.000 millones fueron para asesorar el negocio de móviles. El 16 por ciento de la inversión total en el negocio de móviles de la ETB se ha ido en pagos a la consultora Delta Partners.
El concejal cita informes de la Contraloría de Bogotá que, a lo largo de estos años, ha efectuado varios hallazgos administrativos en la relación entre ETB y Delta Partners: falta de planeación, violaciones del manual de contratación, inconsistencias en soportes y garantías insuficientes.
El presidente de la ETB, Sergio González, sostiene que la selección de la consultora Delta Partners fue ajustada a la ley. Dice también que esa asesoría era necesaria porque la ETB no tenía conocimiento ni experiencia en esa línea de negocios.
También argumenta que, en 2015, es decir empezando la Unión Temporal con Tigo Colombia Móvil, la ETB tenía 390.000 usuarios, superando los 338.000 que había proyectado Delta Partners.
Y aquí prende el espejo retrovisor y dice que las cosas empezaron a marchar mal durante la alcaldía de Enrique Peñalosa, cuando el presidente de la ETB era Jorge Castellanos Rueda. Según su sucesor, Sergio González, durante el gobierno Peñalosa se cambió el plan estratégico para marchitar el negocio de la telefonía móvil.
Dice el doctor González que cuando llegó a la presidencia de la ETB, en 2020, se encontró con unas ejecuciones que estaban muy por debajo del plan inicial: Solo 389.000 usuarios (es decir, los mismos que tenía en 2015) y pérdidas acumuladas de 200.000 millones de pesos y un flujo de caja acumulado de más de 600.000 millones.
Por eso, de acuerdo con la versión del actual presidente de la ETB, para frenar las pérdidas decidió venderle al socio Tigo los activos y las licencias del espectro que se vencerán el año entrante 2023.
A finales de 2019, cuando Jorge Castellanos terminaba su gestión como presidente de la ETB, señaló que entregaba la empresa sana y en condiciones de competir, y afirmó que dejaba la ETB en condiciones muy distintas de las que tenía cuando la recibió del presidente Saúl Kattan.
A su vez, Kattan aseguró que había recibido un desastre de sus antecesores.
Y así, con espejo retrovisor, se viene justificando el estado de la compañía que ha tenido que sobrevivir a varios de sus redentores.
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