Ser colombiano es llevar una marca: Andrés Ballesteros tras estar preso en Tanzania

Desde el 2015 , comenzó la tormenta de Andrés Felipe Ballesteros cuando viajó a Tanzania, África, a celebrar su cumpleaños.Sin embargo, fue detenido en este país y acusado de tráfico ilegal de drogas sin razón alguna. Desde entonces, su familia, en especial su hermano, Juan Carlos Ballesteros, había luchado por su libertad.En días pasados, en medio de una gran convocatoria, se lograron recaudar más de 120 millones de pesos para pagar la fianza de Ballesteros y así lograr su libertad. Dicha libertad se hizo efectiva el pasado 20 de octubre, ya que la abogada de Ballesteros firmó el acuerdo por el que se hapía luchado durante ocho largos años.Después de su llegada al país el pasado 21 de octubre , en medio de un emotivo recibimiento por parte de amigos y familiares, Ballesteros compartió con W Fin de Semana algunos detalles de su historia.Tras decidir que quería viajar a Tanzania a celebrar su cumpleaños para vivir nuevas experiencias , Ballesteros contó que desde el aeropuerto fue cuando comenzó a “tener una aventura diferente” .“En ese tiempo yo solo hablaba español y cuando estuve allá, todo cambió cuando llegué al aeropuerto ”, relató.Ballesteros relató que “ser colombiano es como llevar una marca” , ya que cuando ven el pasaporte colombiano “ya lo quieren poner a uno en un lugar distinto para cuestionarlo ”.“ No hablo su idioma ni inglés, no tienen traductor . Empiezan a envolverme, uno a querer decirme una cosa, otro otra, no les entendía. Me llevaron a un cuarto diferente, decían muchas cosas (…) uno me daba a entender que no me preocupara, que todo se iba a terminar, que iba a entrar”, relató.Además, aseguró que el problema es que, al entrar a la cárcel en Tanzania, lo hace hasta sin cargos : “Después de un tiempo, le traen un cargo, luego lo cambian. Cuando uno entra allá, uno no está reportado, uno queda como perdido. Muchas veces vino gente del Gobierno porque el presidente tenía muchas quejas de que llevaba mucho tiempo en la cárcel sin ser escuchado”.También subrayó la falta de debido proceso: “Nunca hubo un proceso judicial, estuve bajo investigación todo este tiempo (…) el juez me dejó en libertad en 2019, pero me volvieron a capturar ”.Según Ballesteros, quien estuvo recluido en la prisión Keko –ubicada en Dar es Salaam–, esta “es una de las peores cárceles del mundo” por la falta de reconocimiento de los Derechos Humanos.“En ese país no hay Derechos Humanos, ellos apenas están empezando el proceso de evolución en las leyes (...) están recién independizados, son nuevos en todo y están muy atrás en lo que es la justicia. Las cárceles y los guardias son inhumanos . En una de las palizas me dañaron la rodilla”, relató.También recordó que en una celda donde cabrían alrededor de 15 personas, realmente habitaban 90 .Sobre si en algún momento tuvo dudas sobre la lucha por su libertad, Ballesteros contó: “Hubo un momento en que me rendí y dije: me voy a morir” .Ballesteros recordó que fue en el momento en que el virus del COVID-19 llegó a ese país cerraron la cárcel para las visitas.Sobre cómo se logró su liberación , Ballesteros relató que se llegó a una negociación con el fiscal general de ese país. Sin embargo, contó que, más que una negociación, “fue una amenaza” .“Se llegó a un acuerdo con lo que ellos querían. Llegaron a decirnos: esto es lo que deben pagar ”, contó.Posteriormente, envió una carta a su hermano contándole la cifra de la fianza que debían pagar, cercana a los 120 millones de pesos , y que tenían poco tiempo para hacerlo.Finalmente, sobre el emotivo reencuentro con su hijo, quien tenía cuatro meses cuando Ballesteros entró en prisión, este contó: “Todavía no lo puedo creer, estoy como levitando porque fue una sorpresa. Se me salió del corazón un llanto que nunca antes había tenido. Fue algo muy emocionante, demasiado especial. No me lo esperaba”.Escuche la entrevista a Andrés Felipe Ballesteros, quien estuvo preso en Tanzania, en W Fin de Semana: