Un poco más y se vuelve un cartucho: denuncian invasión en zona céntrica de Bogotá

Bogotá

Sigue La W llegó hasta la localidad de Puente Aranda, exactamente en la calle 17 A, entre las carreras 57 y 58, en donde cerca de 50 personas se tomaron los andenes a lado y lado de la calle para armar sus viviendas con madera y latas.

Esta zona, ubicada justo detrás de la cárcel La Modelo, está llena de bodegas y empresas que tienen diferentes proyectos industriales. Allí, los empresarios aseguran que la invasión lleva más de un año y medio y nadie les da una respuesta.

De acuerdo con los denunciantes, se ha aumentado la inseguridad y el presidente de la junta de acción comunal está amenazado por estas personas que invadieron esta calle en la capital del país.

En entrevista con Sigue La W, Armando Rivera afirmó que “es un grupo de personas que llevan cerca de dos años aquí, empezaron primero en un lote grandísimo que hacía parte de una universidad. Hace un año hubo una primera intervención, de los cuales quedaron aproximadamente 50 personas, quienes invadieron propiedad privada y la vía pública”.

Además, especificó que la problemática principal es la invasión al espacio, el consumo de drogas y la inseguridad.

“Muchos clientes se quejan de que se lo tomaron de un momento a otro, fue inesperado, les da miedo llegar hasta acá, algunos proveedores dicen que no saben en dónde es, si es en la mitad de los cambuches. Hay mucho temor de los conductores y de los clientes”, dijo.

De igual forma, resaltó que “no se pueden dejar carros en las cuadras aledañas porque ya se vio que abren cualquier carro que vean parqueado”.

Según Patricia y Ernesto, dos habitantes de la invasión que hablaron para Sigue La W, habían decidido no dejar el predio porque nunca pensaron que se iba producir este desalojo. Una decisión que provocó una confrontación que terminó en un incendio que redujo a cenizas las “viviendas” de estas personas, una situación desastrosa que cobró la vida de varias mascotas de los habitantes.

Después del desalojo, estas familias decidieron no irse del lugar (muchos no tenían a donde ir) y empezaron a armar sobre los andenes de la calle 17a sus viviendas con madera y algunas latas.

La mayoría de estas personas son desplazadas por la violencia dedicadas a reciclar los residuos sólidos producidos por los bogotanos, pero también hay algunos que aprovechando la situación están allí por los subsidios, ayudas y posteriores soluciones que pueda entregar la administración Distrital a estas personas.

Sin embargo, para los vecinos de esta calle, que en su mayoría son empresarios dueños de fábricas o bodegas, la situación se ha convertido en una pesadilla. Uno de esos empresarios le contó a Sigue La W que los clientes ya no llegan hasta su bodega porque les da miedo ser agredidos, una situación que ha tenido que enfrentar durante dos años.

Según este empresario, la situación de inseguridad se ha venido a pique en el sector y la acumulación de basuras en la calle ha hecho que la presencia de roedores, malos olores y sustancias tóxicas se vuelvan una situación de todos los días.

Otros empresarios del sector que hablaron con Sigue La W aseguran que en la noche hay presencia de microtráfico y que algunas personas que viven en la invasión han amenazado al presidente de la junta de acción comunal de la localidad con agresiones verbales

¿Qué medidas ha tomado la Alcaldía de Bogotá?

Sobre este punto, Rivera comentó que la Alcaldía local instaló un Puesto de Mando Unificado en la zona, pero según él, “solo es una carpa con cinco jóvenes y no mejoró. Ellos tenían invadido una zona que se llenó de basura, con ese PMU se recuperó un pedazo y ya, eso es lo único que han hecho. El resto sigue igual, la calle invadida, basuras y los trancones, un poquito más y cierran la cuadra y se vuelve un cartucho”.

¿Cuál es la realidad de los habitantes que están en los cambuches?

Los habitantes llegaron a un terreno deshabitado que le pertenece a la Universidad de Cundinamarca, durante la pandemia llegaron a esa zona porque no podían trabajar. La mayoría de ellos son recicladores y en su momento se instalaron allí, sin embargo, la Universidad tomó posesión del predio y la Policía los desalojó.

Justo después de esto, los habitantes desalojaron y se ubicaron al lado y lado de la calle sobre los andenes y allí construyeron sus viviendas.

Para finalizar, Patricia, una de las habitantes de esta invasión, indicó que ellos ya habían sido advertidos por las autoridades para desalojar ese predio.

Escuche los detalles de esta entrevista a continuación: