Todo hay que decirlo con el debido respeto: el señor fiscal tercero delegado ante la Corte Suprema de Justicia, <b>Javier Fernando Cárdenas</b>, no preparó su tarea para la <a href="https://www.wradio.com.co/2022/10/10/en-vivo-audiencia-de-solicitud-de-preclusion-en-caso-contra-alvaro-uribe/" target="_blank"><b>audiencia de preclusión</b></a> que solicitó a favor del expresidente<a href="https://www.wradio.com.co/tags/alvaro-uribe-a/" target="_blank"><b> Álvaro Uribe</b></a>.El señor fiscal <b>no ha podido demostrar un conocimiento mínimo del caso</b>. Permanentemente confunde nombres, lugares y circunstancias. Está perdido en la foto grande del expediente, como si no estuviera <a href="https://www.wradio.com.co/2022/10/10/fiscalia-volvio-a-pedir-la-preclusion-del-proceso-contra-alvaro-uribe/" target="_blank"><b>familiarizado con el sumario</b></a>.Varias veces se ha oído una<b> voz de alguien de su equipo corrigiéndolo</b>, acudiendo a socorrerlo ante la omisión, el olvido o la franca ignorancia sobre temas fundamentales para lograr hilar los hechos.En el teatro <b>se le llama consueta a un asistente</b>, oculto a la vista del espectador, que le dice en voz baja al actor las palabras del libreto que olvida o en las que vacila. Que yo recuerde, esta es la primera vez que a una audiencia acude un fiscal con consueta.Pero el espontáneo apuntador ya no está oculto ante los sujetos procesales, ni ante los miles de ciudadanos que siguen la transmisión de la audiencia por las redes sociales, es una voz angustiada que periódicamente<b> trata de sacar al fiscal Cárdenas de los atolladeros retóricos </b>en los que se mete por desconocimiento o por pura falta de capacidad para concentrarse.Ya habrá oportunidad para hablar de la <b>pobreza jurídica y de las contradicciones del alegato del fiscal delegado</b>. Hoy solo quiero ocuparme de la forma.Llevo cuatro días<b> </b><a href="https://www.wradio.com.co/2022/10/12/choque-de-abogados-durante-audiencia-en-la-que-se-pide-preclusion-a-favor-de-uribe/" target="_blank"><b>siguiendo y transmitiendo por redes sociales</b></a> la audiencia de preclusión. He tomado notas y comparado las afirmaciones del fiscal Cárdenas con las evaluaciones hechas en su momento por la Corte Suprema de Justicia y por el anterior fiscal.La verdad es que el trabajo del señor fiscal Cárdenas está <b>muy por debajo de los estándares de calidad del magistrado instructor </b>en el alto tribunal e incluso del ya pobre trabajo de su antecesor el primer fiscal/defensor Gabriel Ramón Jaimes.Hoy empieza el quinto día de una exposición basada en la presentación de <b>larguísimos fragmentos de diligencias anteriores </b>sin que hasta ahora se sepa cuál es la utilidad o el argumento que el fiscal espera encontrar en esas grabaciones.Para colmo de confusiones <b>muchas piezas son prácticamente inaudibles</b> porque no hicieron un trabajo técnico previo para mejorar la calidad acústica o para hacerlas al menos comprensibles.La experiencia de audiencias y fiscales anteriores enseña que cuando es necesario mostrar un material de estas características debe ir acompañado de una transcripción en letras claras y visibles. Exhibiendo un criterio extremadamente limitado, el fiscal Cárdenas ha complementado grabaciones ininteligibles con<b> transliteraciones en letras diminutas y de color ocre </b>prácticamente ilegibles.Mientras pasan los sonidos inaudibles, van saliendo<b> letras ininteligibles </b>en la perfecta conformación de un karaoke del absurdo.La última audiencia, ayer en la tarde, fue escenario de uno de estos episodios que retrata el <b>desgreño en la preparación</b> de los alegatos del delegado fiscal.El doctor Cárdenas <b>empezó a exhibir el audio indescifrable de una diligencia en la Fiscalía</b> del entonces representante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada, hoy flamante magistrado del Consejo Nacional Electoral.Cuando uno de los abogados pidió la palabra para decir que <b>el sonido era incomprensible</b>, el fiscal Cárdenas ofreció enviar una transliteración a los sujetos procesales.Como la naturaleza de la audiencia es pública por ley, los elementos expuestos también deben ser públicos. No es legal que haya <b>transcripciones exclusivas para los intervinientes </b>que dejen por fuera a los ciudadanos.En fin, la jueza Laura Estella Barrera autorizó al fiscal a <b>continuar la proyección del audio incomprensible</b> que amenazaba con durar una hora y cuarenta minutos.Pasado un buen rato, la señora jueza finalizó la audiencia pidiéndole al fiscal que<b> para hoy exhiba la pieza de manera comprensible</b>. Vamos a ver con qué sale.La exposición del fiscal ha resultado tan aburrida, pero tan aburrida, que a ratos parece que él mismo se hubiera hundido en el sopor, se hubiera quedado irremediablemente dormido. En tres ocasiones ha repetido videos o audios como si no se diera cuenta que ya salieron.El distraído fiscal cada cierto número de horas se levanta la mano el mismo declarándose campeón y concluye con suficiencia: “Queda establecido”, <b>cuando en realidad nada ha quedado claro</b>.Es un hecho que en este proceso <b>la Fiscalía opera como un auxiliar de la defensa</b>. Sin embargo, el papel del señor fiscal Javier Cárdenas ha resultado tan deslucido que el doctor Jaime Granados ya pocas veces sale en cámara entusiasmado a asentir con la cabeza lo que dice el fiscal.Después de tanto desatino, de tanto error técnico y tan numerosos disparates por parte del fiscal Cárdenas, las pocas veces que el abogado Granados se atreve a encender la cámara<b> termina viéndose ansioso y afligido</b>, haciéndole fuerza hasta el bruxismo a este fiscal que a fuerza de hacerlo mal puede terminar haciéndolo bien.Me explico: es posible que, por el camino de sus errores, el fiscal Javier Cárdenas acabe <b>sirviendo más para acusar al expresidente Álvaro Uribe que para defenderlo</b>. Es decir, que la Fiscalía General de la Nación termine acertando por error.Escuche El Reporte Coronell en La W: