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Un general sería el comandante del nuevo Esmad

Se espera el visto bueno del ministro de Defensa, Iván Velasquez, y del presidente Gustavo Petro para que después de varios años sea un uniformado con el más alto rango quien dirija la nueva unidad de diálogo o Esmad.

Imagen de referencia del Esmad. Foto: Getty Images. / Viktor Hladchenko

Tras conocerse en las últimas horas, el nuevo protocolo para el escuadrón móvil antidisturbios, Esmad, o la unidad de diálogo en mantenimiento del orden, W Radio pudo confirmar que a los cambios planteados por la Policía, se sumara él nombramiento de un comandante para lo que sería la reforma del Esmad.

Así las cosas, desde las próximas semanas, estaría frente al cargo un general. Se trata del oficial José Ramírez, quien ha sido Comandante de la Policía del Quindio, entre otros cargos.

Sin embargo, se espera el visto bueno del Ministro de Defensa Iván Velasquez y del Presidente Gustavo Petro, para que después de varios años, sea un uniformado con el más alto rango quien dirija el nuevo Esmad y quien aplique los cambios anunciados por el Gobierno nacional.

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El director de la Policía Nacional, el general Henry Sanabria, firmó el decreto que establece cómo será el proceder del Escuadrón Móvil Antidisturbios, cuando se registre algún tipo de disturbios o manifestaciones violentas.

En el nuevo lineamiento se establece que la Policía debe “garantizar los derechos y libertades públicas, pero también asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares, conforme lo estipulan los artículos 218 y 2 de la Constitución Política de Colombia”.

El acompañamiento a la manifestación pública debe ser, en lo posible, discreto, para que la presencia de los “miembros de la Policía Nacional “no sea aprovechado por los manifestantes para incitar al odio”.

Agrega el documento: “los policías no deben marchar junto a los manifestantes, tampoco colocarlos para abrir o cerrar la manifestación; no deben ser apostados de manera inerme en lugares donde puedan ser objeto de ataques”.

Sin embargo, se aclara que prima “el derecho a la manifestación pública por encima del derecho al buen nombre que se afecta con las expresiones ofensivas, chocantes, impactantes, indecente escandalosas o excéntricas. Por ello no debe haber reacción ante tales injurias o calumnias, la manifestación pública se torna violenta cuando sus integrantes tipifican delitos que atentan contra la seguridad pública (incendio, lanzamiento de objetos peligrosos, porte de armas de fuego o blancas”.